Una nueva etapa con la entrada en el accionariado del bodeguero Remírez de Ganuza y el enólogo Pedro Aibar, ahora también en la gerencia.

Pilar Velarde es todo un personaje en su tierra. Propietaria del restaurante Santa Luzía en Mazcuerras (Cantabria), su primera aventura por libre en gastronomía se concretó en uno de los locales más emblemáticos de Santander: Bodega La Montaña.

Una nueva línea de trabajo para estas bodegas que tienen su máximo exponente en este vino recién lanzado al mercado.

El I Congreso Hecho en los Pirineos, celebrado recientemente en Huesca, supuso un importante recordatorio de la riqueza gastronómica de la provincia. Trufa negra, setas, caza, ternasco, aceites de oliva, arroz, peces de río, incluso esturiones y su caviar. Una larga lista sin olvidar sus famosos vinos del Somontano. Entre sus restaurantes, tres de ellos con estrella Michelín, destaca como novedad El Origen, regentado por dos jóvenes que han aportado savia nueva al panorama gourmet de la capital oscense. Los chefs Beatriz Allué y Óscar Viñuales llevan a cabo una gran labor de recuperación de los productos aragoneses mediante una cocina actual basada en materias primas de pequeños productores y de factura ecológica.

Una bodega de rioja alavesa, con viñedos propios, en la que Carlos San Pedro volcó toda su tradición familiar.

A simple vista, no deja de ser una moderna taberna de las que han inundado Madrid este último lustro y cuya cocina suele ser dudosa, en la mayoría de los casos. Pero se desvela como todo lo contrario. Cachivache es uno de los refugios gastro más en boga de la ciudad desde que lo inauguraron en 2013 y un lugar imprescindible para comer a buen precio.

Un magnífico exponente de los buenos blancos que se hacen actualmente en la D.O. Bierzo. Elaborado con godello 100%, se vendimió a mano y ha pasado seis meses en barrica de 500 litros de roble francés y tres meses en botella.

Pilar Velarde es toda una institución en Santander. A su Bodega La Montaña en la misma ciudad, donde ofrece unos deliciosos cocidos lebaniegos, se suma este restaurante, Santa Luzía, todo un revulsivo en la oferta gastronómica del valle de Cabuérniga, a sólo 30 kilómetros de la capital.

Un verdejo muy singular del Grupo Juan Gil Bodegas Familiares (GFE), que posee una serie de pequeñas bodegas muy cuidadas por toda España.

Abrió sus puertas hace más de quince años y fue todo un revulsivo en el paisaje de la alta cocina en Madrid: a la modernidad de su espacio se sumaba una culinaria basada en la tradición pero construida sobre innovadoras propuestas. Si Santceloni fue desde su inauguración el restaurante por antonomasia de Madrid, ahora, la puesta al día de la sala le otorga un toque más cosmopolita aún.