Dos días para ver a los príncipes de Gales en el cortejo real que les lleve desde Buckingham hasta la Abadía de Westminster. Antes de esa imagen palaciega y pomposa, marcada por el guion de la coronación de Carlos III, Guillermo y Kate Middleton han cogido el metro. Se han subido en Elizabeth Line, conocido como el Súper Tube, uno de los más modernos de la City, y se han dirigido al Soho para irse de cañas. Todo un baño social para los herederos, que quieren enviar un triple mensaje de cercanía, sencillez y proximidad.