Crecen como la espuma. Hay detalles que no pasan inadvertidos y que vienen a apuntalar aún más los rumores de crisis entre los Sussex. El pasado 19 de mayo, Harry y Meghan no celebraron su aniversario. Su quinto aniversario. Un enlace que se convirtió en el evento mundial de aquel 2018, con la asistencia de todos los Windsor y con VIPs como Victoria y David Beckham, Elton John y la amiga de la duquesa, Oprah Winfrey. Otro detalle: la actriz declinó recoger su galardón por la serie sorona Archetypes, su podcast. Se celebró en Los Ángeles y les dio platón. Esta distinción le ha llegado después de que recibiera un premio por la Foundation Women of Vision en Nueva York, donde sufrió la sonada persecución de los paparazzi.

La pequeña de los Sussex ha sido bautizada. Fue una ceremonia íntima, que tuvo lugar el 3 de marzo, pero no que no había trascendido hasta ahora. Al evento asistieron 25 personas, entre lo que se encontraban invitados algunos miembros de la familia Windsor. Así lo ha publicado The Sun, que cita a People como el medio que ha lanzado la noticia. Lilibet, la benjamina de la casa, tiene 21 meses. Su hermano Archie, tres años.

Era una de las distinciones que aún conservaba la duquesa: ser patrona real del refugio de acogida de perros abandonados Mayhew, con sede en Londres. Sin embargo, Meghan ha renunciado a este cargo honorífico que le fue otorgado en 2019 por pertenecer a la casa real.

Fin de la batalla judicial de la mujer del príncipe Harry contra la editora de 'Daily Mail', entre otros rotativos. El diario ha publicado una disculpa a la duquesa y anuncia que "se han acordado soluciones financieras", por infringir "sus derechos de autor".

Los duques llevan semanas discutiendo por el bautizo de su hija Lilibet Diana, pero han dejado a un lado sus diferencias y rifirrafes domésticos para firmar un gran acuerdo bancario de grandes dimensiones. Según los expertos, la marca Sussex ya vale 220 millones de euros y podría convertirse, en poco tiempo, en la firma personal más rica del mundo.

La seguridad de los duques de Sussex era uno de los puntos que quedó en el aire tras la cumbre de Sandringham. El primer ministro canadiense, Justin Trudeau, manifestó hace dos meses su intención de que el gobierno de su país se encargara de sufragar la mitad de los gastos de la seguridad de los duques, pero más de 80.000 canadienses firmaron una petición en contra.