El delicado estado de salud de la reina Isabel II ha puesto en alerta a toda la familia Windsor, que se ha movilizado para reunirse en torno a la soberana. También el duque de York, que durante meses había permanecido en el más oscuro ostracismo por su conexión con la red de tráfico sexual de su amigo el magnate Jeffrey Epstein. Fue la Reina quien 'rehabilitó' a su hijo el pasado marzo, en el funeral en memoria del duque de Edimburgo. Ahora la salud de la soberana se convierte en el nexo de unión de toda la familia.