Desastre, fiasco, crisis y conspiración. Son algunas de las palabras que saltan de un titular a otro en la prensa británica. El regreso a los focos de Kate Middleton, con esa foto manipulada de forma casera, se ha gestionado tan mal que ha tenido el efecto contrario a lo que se pretendía. En vez de tranquilidad ha abierto una polémica en torno a la comunicación de palacio. Es lo que algunos medios como Daily Mirror llaman Kategate o Sleevegate (por el recorte de la manga del jersey de la pequeña Charlotte). Una analista tiktoker asegura que la imagen no es actual, sino de otoño del año pasado.