Uno de los retos con el que nos encontramos todos cuando trabajamos con tecnologías disruptivas, como Blockchain, es intentar mantener la creatividad y no caer en la tentación de replicar nuestros modelos de pensamiento históricos. De lo contrario reproduciremos las mismas posibilidades pasadas y nos impondremos las limitaciones tecnológicas de aquella época. La vida de los seres humanos es tan corta que, muchas veces, no tenemos la oportunidad de ver esos cambios a lo largo de nuestras vidas y por eso eso es tan importante conocer los orígenes de nuestros modelos organizativos, tecnológicos y sociales. Sólo así podremos innovar de verdad utilizando las nuevas tecnologías. Un camino para optimizar esa creatividad, que defiendo constantemente, es olvidarse de todo lo aprendido para reaprender desde cero. De esta forma nos resulta más sencillo recrear un nuevo modelo de organizar las relaciones entre las personas y Blockchain es potencialmente tan disruptivo por su capacidad de reorganizar las relaciones entre las personas sin la necesidad de intermediarios.

Estas últimas semanas hemos esperado con ansiedad el resultado del impredecible hard fork (bifurcación dura) de SegWit2x previsto para el 16 de noviembre. Y antes de la fecha anunciada hemos asistido a un desenlace un tanto imprevisible; la gran mayoría de los firmantes del acuerdo de Nueva York que se pusieron de acuerdo para crear SegWit2x han confirmado que no lo van a ejecutar.

Bitcoin nació como un dinero descentralizado gestionado entre pares sin necesidad de utilizar intermediarios como bancos centrales o bancos comerciales. Con Bitcoin surge la primera criptomoneda de este nuevo ecosistema tecnológico. Las sucesivas innovaciones sobre Blockchain -como Ethereum- se han venido llamado criptomonedas también, bien por la propia inercia del término o por el auge especulador global que ha generado este mercado. Aunque en algunos casos como Ether (el token de Ethereum) es más propio hablar de token y no de criptomoneda. Una criptomoneda es aquella que se ha creado con el fin de ser utilizado como algo muy similar al dinero, cumpliendo las características y funciones del dinero. Por el momento, es todavía pronto para diferenciar claramente las criptomonedas y los tokens, pero queremos compartir hoy el debate que al respecto surgió en el grupo de Telegram de Blockchain España.

Hace unas semanas explicamos la estrategia de Bitcoin más allá de las criptomonedas. Y ahora retomamos lo expuesto entonces como continuación para analizar la la batalla que tiene lugar dentro de la la histórica guerra civil de Bitcoin del tamaño de bloques, donde intereses económicos y distintos puntos de vista dentro del ecosistema Bitcoin han adoptado posturas irreconciliables en los últimos años en torno al tamaño de bloques.