Forestalia invierte 270 millones en ocho parques fotovoltaicos en Aragón

La empresa ha comenzado la tramitación de ocho parques fotovoltaicos, que suman 390 megavatios y que se pondrán en marcha en las provincias de Zaragoza y Teruel.

Estos ocho parques tienen un presupuesto de alrededor de 270 millones de euros y se localizarán en la zona de Campo Romanos -Comarca de Campo de Daroca-, y en la Comarca del Jiloca, concretamente, en los municipios de Langa del Castillo, Torralbilla, Mainar, Nombrevilla, Villarroya del Campo, Romanos, Badules y Burbáguena.

Los ocho parques -generarán en su fase de construcción más de 1.000 empleos y 50 en la fase de explotación y mantenimiento-, evacuarán la generación eléctrica en la nueva estación eléctrica de 400 kilovoltios, que construye Red Eléctrica de España en Cariñena. Una infraestructura que es clave para avanzar en la electrificación del eje ferroviario Zaragoza-Teruel-Sagunto.

Forestalia cuenta ya con los acuerdos necesarios para los propietarios de los terrenos en los que se instalarán las ocho plantas fotovoltaicas, cuya construcción comenzará en cuanto se obtengan las autorizaciones administrativas.

De momento, en el día de hoy, el presidente de Forestalia, Fernando Samper, ha entregado los proyectos a los representantes de los siete municipios en los que se instalarán las plantas dentro de un encuentro celebrado en Romanos y que ha contado con la asistencia del presidente de la Diputación Provincial de Zaragoza (DPZ), Juan Antonio Sánchez Quero, y de la presidenta de la Comarca Campo de Daroca, Ascensión Giménez.

Paquete energético

Estas plantas fotovoltaicas forman parte del paquete de 6.000 MW de energías renovables proyectados por la empresa en toda la comunidad aragonesa.

Recientemente, Forestalia y el fondo de infraestructuras CIP anunciaron un acuerdo para desarrollar más de 1.000 MW eólicos dentro de este paquete.

El desarrollo de los 6.000 MW se estima que generará en torno a 25.000 empleos en la fase de construcción de los parques fotovoltaicos y eólicos, y casi un millar de empleos estables para la fase de explotación durante las próximas tres décadas.

Con estas inversiones, el territorio aragonés ingresará cerca de 1.000 millones de euros por la recaudación de tasas e impuestos locales y autonómicos a lo largo de la vida útil de las instalaciones.

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