
Más allá de las clásicas velas de citronela o los muchos repelentes en spray que se venden, hay remedios más naturales que están volviendo a ganar popularidad porque funcionan de verdad. Este tradicional método es sencillo, asequible y nada tóxico, por lo que no es raro que haya vuelto para quedarse en muchas casas que ya no cuentan con estos indeseables mosquitos.
¿Su ingrediente principal? No es otro que el vinagre, formado por una serie de compuestos que repele a los mosquitos. El ingrediente activo esencial es el ácido acético, responsable del intenso olor característico de todo tipo de vinagre.
Se han realizado varios estudios destacando que el olor del vinagre es tremendamente molesto para la mayoría de insectos voladores. Y es que los mosquitos en particular poseen una sensibilidad olfativa muy delicada para identificar a sus víctimas, pero el ácido acético interfiere con dicha capacidad.
Así es como el vinagre funciona como una especie de barrera olfativa que si bien no mata a los insectos si que los aturde. Esto se traduce en una aparición significativamente menor.
Formas de usar el vinagre en el hogar
Hay varios métodos que, sin que llegues a apestarte con "olor de ensalada", repelerán a un gran número de insectos:
- En aerosol. Se prepara una solución diluida de vinagre y agua y rocía sobre superficies como mosquiteros, puertas y ventanas. Este método libera el olor característico que repele a los mosquitos, sin dejar residuos dañinos para las personas ni las mascotas.
- Recipientes. Una manera de alejarlos es colocar recipientes con vinagre repartidos estratégicamente en las zonas más críticas de la casa para que no entren. La lenta evaporación del vinagre crea una barrera olfativa continua.
- Paño. Puede dejar algo de olor, pero limpiar la superficie de mesas, alfeizar de ventanas u otros muebles (sin pasarse con el vinagre) repele a los mosquitos y deja las superficies desinfectadas. Doble función.
Combinar con otras técnicas
Puede que sea eficaz, pero usar otros elementos para conseguir un efecto sinérgico puede ser lo mejor. Hay que tener en cuenta que el vinagre de por sí solo es fácil de conseguir, pero deja un olor un tanto fuerte. Por ello mezclarlo con aceites esenciales como la citronela o algún ácido puede ser la mejor de las opciones.
Enriquecer la mezcla con citronela, eucalipto, limón, lavanda o árbol de té alivia un poco el intenso olor a la vez que completa la mezcla que tanto desagrada a los insectos.
Las hierbas aromáticas son también buenas opciones: hoja de menta, albahaca o romero pueden sumergirse en la solución para añadir tonos más complejos a la mezcla
Sin embargo, esta ilusión de barrera no es lo único que se debe emplear y las mosquiteras en verano son un gran aliado para conseguir reducir a cero la aparición de mosquitos.
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