
A día de hoy, a nadie le sorprende que la energía fotovoltaica sea una de las más eficientes y baratas del mercado. La prueba de ello está precisamente en los tejados de los hogares, pues cada vez son más los particulares los que optan por colocar estas placas solares. Una inversión que a medio plazo nos ayuda a ahorrar. Ahora bien, si hablamos de su funcionamiento y su correcto mantenimiento, entonces ahí es donde comienzan las lagunas.
Seguramente, en alguna ocasión hayas notado como, sin previo aviso, la eficiencia energética ha bajado de forma considerado. ¿Y eso significa que se hayan roto? La respuesta es no. Lo más probable es que se deba a una acumulación de polvo sobre la superficie del panel. Es por ello que, la idea de que hay que limpiarlas correctamente cobra fuerza, especialmente si queremos mantener su rendimiento y alargar su vida útil.
Cómo limpiar tus placas solares
Aunque parezca un proceso complicado, realmente no lo es. Limpiar las placas solares es más sencillo de lo que creemos. Así nos lo explica Pía Nieto, más conocida como @Piaorganiza en redes sociales, portal por el que comparte trucos, remedios y consejos para mantener nuestro hogar limpio. Al igual que ocurre en cualquier otro rincón de casa, una buena rutina de limpieza es vital. Ahora bien, en cuanto a las placas solares se refiere, el polvo resulta ser un peligroso enemigo silencioso que acaba con su rendimiento.

El mejor momento para limpiar las placas solares es durante la mañana, a poder ser a primera hora, ya que todavía no quema el sol. Para ello, "necesitaremos agua, jabón neutro líquido, algún haragán con y sin protector de algodón", enumera la experta. Por supuesto, se deben evitar aquellos productos abrasivos, estropajos o agua a presión para no dañarlas.
El paso a paso
- Riega con agua para eliminar el polvo superficial.
- Frota suavemente con una mezcla de agua y unas gotas de jabón neutro, usando una bayeta de microfibra o un cepillo suave.
- Aclara bien con agua limpia para retirar cualquier resto de suciedad.
A tener en cuenta
La experta en limpieza asegura que lo más recomendable es limpiarlas en zonas de mucho polvo cada 3-4 meses y en zonas limpias o con lluvias regulares al menos una o dos veces al año. "Un buen mantenimiento no solo mejora el rendimiento de tu instalación, también protege tu inversión en energía limpia y contribuye a un hogar más eficiente", finaliza la experta.