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"Estoy haciendo más por la igualdad que muchos políticos": la albañil que lleva 20 años trabajando en la construcción

Mujer trabajando en la construcción. Foto: iStock

Hay sectores en los que las mujeres no suelen destacar, pero eso no quiere decir que no estén allí dispuestas a hacer el trabajo duro. Es el caso de la construcción, donde tan solo el 11,2% de los trabajadores son mujeres, según el Observatorio de la Construcción. De este porcentaje hay que contar con arquitectas, técnicas de prevención y muy pocas al pie de la obra.

Sin embargo, Cristina Moya es un ejemplo de estas últimas y en los últimos años ha ganado gran popularidad. Conocida como la "albañila de TikTok" ha concedido varias entrevistas televisivas para reivindicar la labor de las mujeres como ella que se abren paso en un mundo de hombres.

Actualmente lleva dos décadas en la construcción cargando con los sacos de cemento y los prejuicios que todavía se pueden ver: "Cuando empecé nadie quería darme una oportunidad. Iba a las obras y me miraban como si me hubiera perdido", recuerda.

Gracias a su cuenta de TikTok, la también conocida como "albañil Kiki", ha conseguido contactar con otras mujeres albañiles de todas partes del mundo a la vez que ha inspirado a nuevas generaciones a arriesgar: "Es muy fuerte pensar que puedas inspirar a alguien con solo mostrar tu día a día, pero pasa", cuenta Kiki.

Un comienzo complicado

Apenas con 20 años tenía claro su futuro, al menos su vocación: construir con sus propias manos. Es por ello que se apuntó a la escuela de oficio para aprender la profesión hasta que se convirtió en oficial especializada en alicatado y soldadura.

La salida al mundo laboral fue más complicada: "Llegaba a las obras a pedir trabajo y me veían tan joven y mujer, que directamente me decían que no, que no necesitaban a nadie", comenta. Sin embargo, lejos de reenfocar sus esfuerzos decidió trabajar más duro haciendo pequeñas obras para amigos y acumular experiencia.

Poco a poco se convirtió en alguien cuyo trabajo y currículum no era tan fácil de ignorar. A día de hoy tiene para elegir trabajo, ya sea con reformas completas, instalando placas solares, soldaduras industriales: "Me encanta lo que hago. No hay nada como ver la cara de un cliente cuando ve cómo ha quedado su cocina. Esa es mi gasolina".

Los prejuicios en su sector

Con los pies en la tierra Kiki no ve su trabajo como algo ideal y maravilloso: "Hay días que llego a casa reventada, sin ganas de hablar. Es un trabajo duro, si no te apasiona, lo dejas", cuenta aunque le guste mucho su profesión.

Sin embargo, lo que es más complicado es el machismo al que se ha enfrentado, sobre todo desde que ha ganado popularidad en redes sociales. "Te miran raro, algunos jefes te hacen la vida imposible o directamente no quieren contratar mujeres. Es absurdo. Pero yo sigo, porque tengo claro que estoy haciendo más por la igualdad que muchos políticos", detalla Kiki en una entrevista para EL ESPAÑOL.

"Aquí estoy yo, con 50 hombres, demostrándoles que puedo hacer el mismo trabajo. No necesito discursos, lo demuestro cada día con mis manos".

En una visita al programa de Sonsoles en octubre de 2024, Kiki sí que señaló un sentido en el que no ha tenido discriminación: "Cobro igual que ellos". La actitud de la albañil no es la misma que la del resto de sus compañeros: "Yo entro allí y los jefes de obra flipan porque yo estoy siempre cantando y bailando".

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