Cinco cardenales despuntan como favoritos en el cónclave que elegirá al sucesor del Papa Francisco, y sus posturas sobre algunos de los asuntos más controvertidos de la Iglesia (como el matrimonio homosexual, el papel de la mujer o el celibato opcional) podrían marcar el rumbo del Vaticano en la próxima década. Aunque mantienen puntos en común en torno a la doctrina, sus visiones difieren en temas clave que siguen generando debate dentro y fuera del ámbito eclesial.
Un análisis de Euronews recoge los nombres de estos cinco candidatos con opciones reales al papado. La selección incluye tanto perfiles conservadores como otros más próximos al enfoque reformista impulsado por el Papa Francisco, así como una notable diversidad geográfica: hay cardenales procedentes de Asia, África y América Latina. La posibilidad de que por primera vez en la historia sea elegido un Papa no europeo, incluso asiático o africano, se considera plausible gracias a la expansión de la Iglesia católica en esas regiones.
Los cardenales Pietro Parolin, Luis Antonio Tagle, Fridolin Ambongo Besungu, Matteo Zuppi y Péter Erdo, responden y dan su opinión sobre los temas más polémicos para la Iglesia.
Los temas que deberán afrontar no admiten demoras. Entre ellos, la lucha contra el cambio climático, que ha sido una prioridad en el pontificado de Francisco; la apertura a que las mujeres ejerzan funciones como el diaconado; la aceptación de los anticonceptivos; la reconsideración del celibato obligatorio para los sacerdotes; la acogida plena de personas divorciadas en los sacramentos; y la respuesta institucional al matrimonio entre personas del mismo sexo.
Cada uno de los cardenales favoritos ofrece matices en su postura ante estos desafíos. Mientras algunos se muestran partidarios de mantener la tradición doctrinal sin concesiones, otros reconocen la necesidad de adaptar el mensaje y la praxis pastoral a los desafíos sociales del siglo XXI. El equilibrio entre continuidad y renovación será clave en la elección del nuevo Pontífice.
Con el cónclave reunido en Roma, la expectación es máxima. La decisión no solo determinará quién será el próximo líder espiritual de los más de 1.300 millones de católicos del mundo, sino también la dirección ideológica y pastoral que tomará la Iglesia en una etapa marcada por el debate interno y la presión externa.