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El millonario que odiaba ser rico y regaló su fortuna de 3.000 millones de euros

Foto: Patagonia.

En el universo empresarial existen CEO de todo tipo. Hoy hablaremos del empresario millonario que odiaba ser rico y que regaló su fortuna de 3.000 millones de euros. Yvon Chouinard, el fundador de Patagonia, nunca imaginó que su vida daría un giro que lo llevaría a estar en el centro de un imperio empresarial. Desde joven, pasaba los días surfeando y escalando montañas antes que dedicarse a amasar una fortuna. La historia de su vida es un testimonio de cómo la pasión y la sostenibilidad pueden entrelazarse en un mundo exitoso.

Chouinard y su esposa fundaron Patagonia en 1973, apostando por crear una marca de ropa dedicada a actividades al aire libre. En la actualidad, Patagonia genera ingresos anuales de aproximadamente 1.000 millones de euros, consolidándose como líder en el sector. Sin embargo, el éxito económico nunca fue el objetivo del emprendedor, quien se sintió "incómodo" al ser incluido en la lista de multimillonarios de Forbes en 2017, considerando este reconocimiento una señal de fracaso en su misión de mejorar el mundo.

Mientras en el mundo existe "empresarios" que inventan su riqueza para entrar en la lista de multimillonarios de Forbes, este CEO sintió que al aparecer en la lista era una suerte de recordatorio de que debía hacer más por el planeta. Así fue como decidió redirigir Patagonia hacia un propósito mayor. De esta forma, en 2022, sorprendió al mundo al anunciar su intención de donar todas las acciones de la empresa a Holdfast Collective, un fideicomiso dedicado a la preservación de la naturaleza y la lucha contra el cambio climático. "La Tierra es ahora nuestro único accionista", declaró Chouinard, enfatizando que su riqueza debería utilizarse para proteger lo que "verdaderamente importa".

Según el relato histórico del empresario, su vida comenzó en 1938, en una comunidad franco-canadiense en Maine. Su mudanza a California agrandó su amor por la naturaleza, a pesar de las dificultades que enfrentó en su infancia, como no hablar inglés y ser objeto de burlas. No era un buen estudiante, pero encontró su verdadero lugar en la comunidad de escaladores a los 14 años, una pasión que transformaría su vida y, eventualmente, la de miles de personas en todo el mundo.

La conexión de sus creaciones con la naturaleza

Después de múltiples experiencias y trabajos, incluso como detective privado de Howard Hughes, Chouinard utilizó su tiempo libre para escalar y surfear. A los 18 años, compró una forja de carbón y comenzó a crear sus propios pitones para escalar, descubriendo rápidamente que podía mejorar los productos existentes en el mercado. Esto lo llevó a establecer un negocio que lo conectaría profundamente con la comunidad de alpinismo y que sentaría las bases para Patagonia.

La marca deportiva extrema comenzó vendiendo equipos de escalada antes de diversificarse hacia la ropa, un giro afortunado que ocurrió casi por accidente. Después de observar la utilidad de un diseño de camiseta de rugby escocesa, Chouinard decidió importar y vender ropa, lo que pronto se volvió más rentable que su negocio original de herrajes. En 1973, junto a su esposa, lanzó Patagonia, y su éxito fue meteórico, aprovechando el creciente interés por las actividades al aire libre.

El aporte a causas ecológicas

Patagonia se destacó por su compromiso con el medio ambiente, implementando la política de donar el 1% de sus ventas a causas ecológicas. Este principio fue más que un acto de marketing; era una verdadera dedicación a la sostenibilidad. Chouinard se convirtió en un pionero de la moda ecológica, buscando innovaciones que no solo mejoran la funcionalidad sino que también disminuyen el daño al medio ambiente.

Sin embargo, su trayecto no estuvo exento de desafíos. Enfrentó dificultades durante la recesión de 1991 y diversas demandas que llevaron a una reestructuración de su negocio. Durante estos momentos oscuros, Chouinard reflexionó sobre el propósito de su empresa y redobló sus esfuerzos por hacer de Patagonia un modelo de responsabilidad ambiental, generando mayor conciencia sobre la importancia de cuidar el planeta.

En 2022, siguiendo con esta línea, y tras 50 años al mando, el fundador de Patagonia, transfirió la propiedad de la empresa a dos entidades que ayudan a combatir la crisis climática. De esta forma, Yvon Chouinard, creó un fideicomiso y una organización sin fines de lucro que serán las dueñas del 100% de las acciones de la empresa de ropa.

Según un comunicado de prensa publicado en la web de la marca, Chouinard y su familia transfirieron la totalidad de su participación en la propiedad a dos entidades creadas para que las ganancias de Patagonia se utilicen únicamente para combatir la crisis climática.

Funcionamiento de la donación

El mismo fundador, contó cómo será el funcionamiento de esta donación: "el 100% de las acciones con derecho a voto de la empresa se transfieren al 'Patagonia Purpose Trust', creado para proteger los valores de la empresa; y el 100% de las acciones sin derecho a voto se habían entregado a 'Holdfast Collective', una organización sin fines de lucro dedicada a combatir la crisis ambiental y defender la naturaleza".

Para ello, el financiamiento vendrá de las ventas de Patagonia. "Cada año, el dinero que ganamos después de reinvertir en el negocio se distribuirá como dividendo para ayudar a combatir la crisis", agregó Chouinard en el comunicado. La estructura, según el detalla el texto, fue diseñada para evitar la venta de la empresa o su salida a bolsa, lo que podría haber supuesto un cambio en sus valores.

Una empresa distinta

Chouinard y Patagonia han sido durante mucho tiempo pioneros en el activismo medioambiental y en los beneficios para los empleados. En sus casi 50 años de actividad, la empresa con sede en Ventura (California) es conocida por sus amplias prestaciones a los empleados, que incluyen guarderías en sus instalaciones y tardes libres en los días de buen surf.

Patagonia fue una de las primeras empresas en convertirse en una de las denominadas b-Corp, sometiéndose a la certificación de cumplimiento de ciertas normas ambientales y sociales, y recientemente cambió su misión como empresa a "Estamos en el negocio para salvar nuestro planeta".

Chouinard ha dejado un legado que trasciende la riqueza material. Aunque ahora es difícil determinar con certeza cuánto dinero le queda tras donar su empresa, se estima que mantiene una fortuna de alrededor de 100 millones de dólares (92 millones de euros al cambio). A pesar de su éxito, sigue viviendo de manera modesta, según destaca una publicación de la BBC. Ahora, se le ve en su Subaru "destartalado" y con una tabla de surf siempre lista para la próxima aventura.

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