Luis Jesús Esteban, conocido por su notable victoria en el concurso Pasapalabra en 2015, donde ganó un impresionante bote de 354.000 euros, ha demostrado que su verdadera pasión reside en el servicio público. A pesar de la tentadora oportunidad de continuar su carrera en el mundo de la televisión, Esteban eligió regresar rápidamente a su puesto en la Policía Nacional.
Después de su éxito en el concurso, Esteban se convirtió en un referente no solo por su agilidad mental, sino también por su generosidad. Decidió donar una parte significativa de su premio a Cáritas, una acción que lo destacó más allá de la fama efímera. Esta decisión altruista complementó su regreso a la Policía Nacional, donde había comenzado su carrera en 1995, ascendiendo en responsabilidad y dedicación a lo largo de los años.
Desde su ingreso a la fuerza, la trayectoria de Esteban ha sido ascendente. En 2010, ascendió a inspector jefe y, en 2016, alcanzó el rango de comisario, trabajando en Algeciras en la lucha contra el narcotráfico.
El libro de su experiencia con la sociedad
Las realidades del crimen organizado le sirvieron de inspiración para escribir la novela "Moroloco", reflejando su experiencia y compromiso con la sociedad. Su carrera continuó en ascenso, y posteriormente asumió la dirección del Grupo Especial de Operaciones (GEO), una de las unidades más destacadas de la Policía Nacional.
El reconocimiento a su labor y dedicación llegó a su punto culminante en enero de 2024, cuando fue nombrado jefe superior de Policía en Andalucía Oriental. Este nombramiento, a propuesta del director general de la Policía, Francisco Pardo Piqueras, y con la aprobación del ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, evidencia la confianza que se ha ganado a lo largo de su carrera en el cuerpo de seguridad. Este nuevo cargo representa un gran desafío y es un reflejo de su exitosa trayectoria en la Policía Nacional.
Altruismo y servicio público
La historia de Luis Jesús Esteban es un testimonio inspirador de compromiso y vocación. A pesar de haber disfrutado de una considerable notoriedad y un sustancial premio económico tras su paso por Pasapalabra, Esteban jamás perdió de vista su verdadero propósito: dedicación y altruismo en el servicio público.
