
El Gobierno de la Junta de Extremadura se tensa una vez más. Los socios PP y Vox han vuelto a enfrentarse por el regadío de Tierra de Barros tras hacer público la consejera de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Sostenible de la Junta de Extremadura, Mercedes Morán, que se destinarán otras medidas "para los extremeños, los agricultores y ganaderos y los vecinos de los pueblos" los 104 millones de euros que inicialmente estaban previstos para el proyecto de regadío.
Según afirmó, esta medida se adoptó por el "consejo" de la Comisión Europea de que se reprogramaran esos fondos en otras medidas "porque no se iba a poder ejecutar con ese dinero el regadío de Tierra de Barros" y, por tanto, para evitar perder a fecha de 31 de diciembre de 2025 esos 104 millones.
Ante este anuncio, Vox, que gestiona la Consejería de Gestión Forestal y Mundo Rural, se ha pronunciado firmemente y amenaza al PP con no aprobar los presupuestos en 2025 si la Junta no financia "a pleno pulmón" el regadío de Tierra de Barros, una amenaza que podría extenderse a todas las iniciativas que presente el Grupo Popular en el Parlamento extremeño.
"No podemos esperar más. El proyecto se va a ejecutar pese a quien le pese y caiga quien caiga", ha manifestado el director general de Infraestructuras Rurales, Patrimonio y Tauromaquia, José María Sánchez Cordero, ante la Comisión de Gestión Forestal y Mundo Rural a petición de Unidas por Extremadura.
"Los presupuestos de 2025 se han comenzado a elaborar y si en las negociaciones que hemos de mantener con nuestros compañeros de gobierno no alcanzamos un acuerdo para que la alternativa técnica y económica que es la financiación autonómica sea una realidad, ni habrá presupuesto para el año 2025 ni se aprobará ninguna iniciativa parlamentaria por nuestro grupo y la Asamblea", ha aseverado.
Un Gobierno "libre"
Ante esta situación el PP ha afirmado que "no aceptará imposiciones" sobre el regadío de Tierra de Barros, porque "la solución no pasa por que un socio de Gobierno dé un ultimátum", ha afirmado este miércoles el portavoz del PP de Extremadura, José Ángel Sánchez Juliá.
"No vamos a aceptar imposiciones que vengan de Madrid", ni de la sede del PP ni de la sede de Vox", ha añadido Sánchez Juliá, quien ha remarcado que la Junta de Gobierno de Extremadura es "libre" y toma decisiones por el interés de todos los extremeños.
En este sentido, ha planteado su financiación autonómica a razón de una media de 35 millones de euros anuales, que se detraería de "gasto inútil y despilfarro" como aquel de "sesgo ideológico", ello "sin recortar un céntimo en los servicios sociales y esenciales" de los extremeños; y la otra opción sería el endeudamiento mediante un crédito por valor de unos 300 millones a 30 años, con un tipo al 3 %.
Guardiola pide al Gobierno colaboración
La presidenta de la Junta de Extremadura, María Guardiola, ha defendido que su Ejecutivo "está dispuesto" a poner encima de la mesa financiación para el regadío de Tierra de Barros, "siempre y cuando el Gobierno de España, que es quien declaró este proyecto como prioritario, colabore" con ellos.
La jefa del Ejecutivo extremeño ha explicado que desde el primer momento que descubrieron el "engaño manifiesto" que había con el proyecto de Tierra de Barros por parte del PSOE y del Gobierno anterior, lo que han hecho es ser "absolutamente transparentes con todo el proceso".
Punto y final al proyecto
Por su parte, la vicesecretaria general del PSOE extremeño, Eva María Pérez, ha destacado que la decisión que ha adoptado este miércoles el Comité de Seguimiento de los Programas de Desarrollo Rural (PDR) de Extremadura de desviar 104 millones de euros de la financiación destinada al regadío de Tierra de Barros (Badajoz) supone el "punto y final" al proyecto agrario más importante de la historia de la región.
El PSOE ha detallado que antes de estos 104 millones se desviaron otros 27, más otros 22 por el aumento de la tasa de cofinanciación, al pasar del 80 al 85%, por lo que ya se han desviado 153 millones del total de 207 que ponía la Unión Europea.
Desacuerdos entre los socios de Gobierno
No es la primera vez que PP y Vox se enfrentan en Extremadura, justo antes de firmar el acuerdo de Gobierno volaron los puentes con las declaraciones de María Guardiola cuando afirmó que no iba dejar entrar en su gobierno a "aquellos que niegan la violencia machista, a quienes usan el trazo gordo, a quiénes están deshumanizando a los inmigrantes, y a quiénes despliegan una lona y tiran a una papelera la bandera LGTBI". Aquel día "volaron los puentes", acusó a VOX de tener unas "ansias de poder" y llamó a Jorge Buxadé "capataz del señor feudal".
Con el acuerdo llegó un documento con 60 medidas programáticas y la cesión de la Consejería de Gestión Forestal y Mundo Rural a Vox, y entre otras competencias está la gestión de los regadíos.
La primera consejera de Vox, Camino Limia, duró en el cargo 77 días, y aunque si bien es cierto que con la entrada de Ignacio Higuero de Juan, las relaciones han sido más fluidas y relajadas, la tensión y los desacuerdos han llegado con el regadío de Tierra de Barros.
Esta no ha sido la única fricción, en noviembre de 2023, después de la dimisión de Camino Limia, el PP votó junto al PSOE y Unidas por Extremadura en contra del PIN parental que llevó a la Asamblea la formación de Abascal.
¿Gobernar en solitario?
Bien es cierto que Vox nunca ha cuestionado la gobernabilidad en Extremadura, ambas formaciones están obligadas a entenderse para que sigan gobernando en la región, porque de no ser así, el escenario sería un adelanto electoral.
Y sobre este tema ya se pronunció el secretario general del PSOE en Extremadura, Miguel Ángel Gallardo, tras la victoria del PP en las elecciones europeas, invitando a María Guardiola a convocar elecciones para aspirar a la mayoría absoluta y gobernar en solitario si tan segura estaba del cambio de ciclo en la región.
En la nueva forma de hacer política las estrategias están a la orden del día, y quien sabe si detrás de este nuevo enfrentamiento no vuelven a volar los puentes y el PP aprovecha para intentar gobernar sin "aquellos que niegan la violencia machista, a quienes usan el trazo gordo, a quiénes están deshumanizando a los inmigrantes, y a quiénes despliegan una lona y tiran a una papelera la bandera LGTBI".