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La Champions y la SuperLiga pugnan por un pastel de más de 5.000 millones de euros

  • El precio por partido de la competición europa se devalua
  • Italia, Alemania y Reino Unido en contra del proyecto de A22 Sports

Guerra abierta en el fútbol europeo. La UEFA y los promotores de la SuperLiga se están pelando por un negocio de más de 5.000 millones de euros por temporada gracias a los derechos de patrocinio y retransmisiones globales. La UEFA tiene previsto este año alcanzar unos ingresos de 3.500 millones, de los que 3.000 millones se repartirían entre los clubes. Sin embargo, con el nuevo formato diseñado por la organización el objetivo es alcanzar un volumen de negocio de 4.400 millones y repartir 3.800 millones de euros, unas cifras muy similares a las que pretende lograr la SuperLiga.

La competición impulsada por el Real Madrid y el FC Barcelona pretende generar, al menos, 4.000 millones de euros por temporada, de los que un mínimo de 3.000 millones se repartirían entre los clubes participantes. "Tendremos ingresos y pagos solidarios durante los tres primeros años de la competición", ha asegurado esta mañana el consejero delegado de A22 Sports, Bernd Reichart, durante una rueda de prensa.

Ahora bien, todo apunta a que la UEFA se quedará lejos de la proyección de ingresos globales que ha previsto. Esta rondaba hace medio año los 5.000 millones de euros por temporada para todos los clubes europeos hasta la temporada 2026/2027. Ahora la proyección es mucho menor. En concreto, 1.200 millones menos por temporada.

La explicación a este suceso reside en la venta de los derechos televisivos a nivel mundial, ya que no se ha sacado todo el beneficio que se esperaba. La Champions generara más sobre el papel, pero el problema es que el precio por partido se ha devaluado, ya que con el nuevo formato se jugarán un total de 189 encuentros por los 125 actuales.

Cuando surgió la idea de la SuperLiga, la financiación corría inicialmente de cuenta de JP Morgan, entidad que aportaría 3.250 millones en el proyecto en concepto de gastos de infraestructura. A su vez, los clubes pagarían 264 millones de euros al año para sufragar la deuda, una cifra que incluye entre un 2% y un 3% de interés, según informó Financial Times. Sin embargo, a los pocos día, JP Morgan entonó el mea culpa por su papel financiador y alegaron que "logramos un préstamo para un cliente. No es nuestro lugar decidir la forma óptima para que el fútbol funcione".

¿Es posible que llegue a buen puerto?

Ahora bien, el futuro de la SuperLiga no está tan claro como sus fundadores quieren hacer creer. Al final el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) solo ha reconocido que existe una posición de poder por parte de la UEFA y la FIFA. "Una competición como la del proyecto de la Superliga no debe ser necesariamente autorizada. Al habérsele planteado cuestiones de carácter general acerca de las normas de la FIFA y de la UEFA, el Tribunal de Justicia no se pronuncia, en su sentencia, sobre este proyecto específico", dicta la sentencia.

No ha faltado tiempo para las primeras reacciones. Tanto el Real Madrid como el FC Barcelona, impulsores de este formato de competición, han avalado el fallo del Tribunal.

A través de un video, el presidente del conjunto azulgrana ha celebrado "la oportunidad histórica" que se abre una vez aclarado que la UEFA no podía ostentar el monopolio del fútbol. El dirigente azulgrana, eso sí, ha avisado que pretende abrir "un diálogo constructivo para generar sinergias entre todas las partes", algo que va en línea con el tono del comunicado de A22 Sports.

Laporta además ha insistido en que la Superliga será una competición abierta y no cerrada como se dio a conocer en un primer momento.

Javier Tebas, presidente de LaLiga, ha trasmitido el mensaje contrario. "La SuperLiga es un modelo egoísta y elitista", ya que "todo formato que no sea totalmente abierto, con acceso directo, año a año, es un modelo cerrado", ha expresado LaLiga en la red social X. De hecho, el propio Atlético de Madrid (unos de los 12 clubes europeos que iniciaron la aventura de la SuperLiga) ha manfistado que "la familia del fútbol europeo no quiere la comeptición.Estamos a favor de proteger a la gran familia del fútbol europeo, de proteger las ligas domésticas y de que a través de ellas se consiga la clasificación para las competiciones europeas".

Sin apoyos

La UEFA ha emitido también un comunicado. "La UEFA sigue decidida en su compromiso de defender la pirámide del fútbol europeo, garantizando que siga sirviendo a los intereses más amplios de la sociedad. Continuaremos dando forma al modelo deportivo europeo colectivamente con asociaciones, ligas, clubes, aficionados, jugadores, entrenadores, instituciones de la UE, gobiernos y socios por igual", añade el organismo presidido por Ceferín.

Asimismo, tanto la liga italiana (Seria A) como la alemana (Bundesliga) han mostrado su reticencia a participar en la SuperLiga. El gobierno británico ha anunciado que presentarán "la legislación que lo hará realidad e impedirá que los clubes se unan a competiciones similares".

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