El presidente del Real Madrid, Florentino Pérez, anunció la remodelación del estadio Santiago Bernabéu el 2 de abril de 2019. Aquel martes, el presidente blanco mostró ante el mundo el aspecto que tendría uno de los estadios más emblemáticos del mundo, repleto de novedades entre las que destacaba, además de la cubierta, el césped retráctil.
Con este terreno de juego mecanizado, el campo tendría capacidad para cambiar de forma automatizada el césped por otros tipos de suelo, como parqué u hormigón, en función de las necesidades del evento que albergue en cada momento. Como ejemplos, expuso partidos de otros deportes, como baloncesto, o eventos multitudinarios, como conciertos. Y mientras el césped estuviera durmiendo bajo tierra, se refugiaría en una especie de invernadero subterráneo que mantendría la hierba en perfectas condiciones.
En aquel momento, la idea pareció tan asombrosa como descabellada. Sin embargo, la credibilidad que proyecta Florentino Pérez como empresario y constructor hicieron que nadie dudara de la materialización de aquel proyecto.
Así se guarda el césped
Este sábado, 2 de septiembre, el Real Madrid debutó en su campo ante el Getafe (2-1), en un partido en el que el protagonista fue, precisamente, el Bernabéu. No el público, sino el estadio. Se trataba del primer encuentro en el que el mundo podría ver las principales novedades introducidas tras el final de las obras.
Si bien es cierto que la cubierta exterior ha sido visible en todo momento, otras novedades, como el anillo de paneles LED a lo largo de la parte superior del primer anfiteatro o los nuevos asientos no han sido visibles hasta ese partido. Pero el plato fuerte vendría después, tras finalizar el partido.
Cuando ya nadie quedaba en el campo, el Real Madrid decidió mostrar su nuevo sello de identidad: guardó bajo tierra el césped, grabando la secuencia en vídeo y demostrando que aquella ensoñación es hoy un hecho.
