Tras el grave accidente que sufrió el submarino Titan, de la empresa OceanGate, que terminó con la vida de cinco personas, finaliza sus operaciones comerciales y turismo submarino, según un reciente anuncio de la compañía en su página web.
Sin mayores detalles, la compañía de turismo extremo publicó en un rótulo en la portada de su página web una leyenda que señala: "OceanGate ha suspendido todas las operaciones comerciales y de exploración".
En el sumergible viajaban el millonario empresario paquistaní Shahzada Dawood con su hijo Suleman, estudiante de 19 años; el explorador británico Hamish Harding; el explorador francés Paul-Henri Nargeolet y el consejero delegado de la firma OceanGate, Stockton Rush.
Paralelamente la investigación sigue en curso. El pasado 25 de junio la Guardia Costera estadounidense anunció un procedimiento oficial para descubrir las causas de la implosión, mientras que las autoridades canadienses están realizando otra.
Según detalla EFE, el objetivo es evitar que pueda repetirse el suceso y para ello un comité de expertos está intentando descifrar qué le pasó al sumergible, que implosionó el 18 de junio, según se descubrió tras varios días de búsqueda de sus restos en una operación de rescate en la que se implicaron varios países y que captó la atención de millones de personas en todo el mundo.
El comité de expertos podrá además hacer "recomendaciones" a las autoridades competentes sobre la imposición de sanciones civiles o penales.
Posibles sanciones y cargos "criminales"
En este contexto, David Pogue, expasajero del sumergible, dijo en una entrevista a People que antes de la inmersión se le exigió que firmara una responsiva. Según Pague, esta es "bastante clara sobre todas las formas en que podría estar permanentemente discapacitado, emocionalmente traumatizado o asesinado". "La exención dice: 'Este barco no ha sido inspeccionado ni certificado por ningún organismo gubernamental', recordó Pogue.
Sin embargo, según el abogado litigante y exfiscal federal Neama Rahmani, la nombrada exención "no protege a OceanGate de todo tipo de acción criminal a la luz de la muerte de los pasajeros".
"Sólo puede renunciar a una negligencia simple. Por ley, no puede renunciar a una negligencia grave. Así que esto está por encima y más allá. Entonces, cualquiera que sea la responsiva que firmaron... Puede renunciar a los riesgos conocidos, pero no puede renunciar a algo más que eso", señaló a People.
"Si la empresa sabe que esto es peligroso, está ignorando las advertencias, no está participando en protocolos o revisiones de seguridad, ese tipo de cosas que son estándar en la industria... Si no están participando en lo que es el estándar o la costumbre de la industria, esa es evidencia que puede presentarse en cualquier juicio, ya sea civil o penal, de negligencia o imprudencia criminal", agregó, además de argumentar que cree que una demanda civil es "100% segura". Rahmani, manifestó que es difícil determinar qué tipo de cargos podría enfrentar la empresa en este momento.