
Durante las últimas semanas se ha producido un goteo de avistamientos de tiburones en las costas españoles que ha llegado a generar avisos de alarma en los tabloides británicos (para la población de Reino Unido, España es un destino turístico de playa muy famoso) y que aún tiene algo descolocados a los expertos.
Avistamientos en Menorca, Tarragona, Alicante, Ibiza o Mallorca han hecho ruido mediático en los últimos días. En todos ellos se ha tratado de tintoreras (Prionace glauca), una especie que vive en los océanos Atlántico y Pacífico pero que también lo hace en aguas profundas del mar Mediterráneo.
Pero, entonces...¿qué hace una tintorera? en la superficie del mar y a escasos metros de la playa? Los expertos en biología marina no pierden detalle de estos episodios y, aunque es pronto para conclusiones contundentes, anticipan que el aumento de los avistamientos responde en parte a la confluencia de varios factores.
Charlie Sarria, biólogo marino, ha explicado a 20minutos que "puede ser que se acerquen porque buscan comida, por el aumento de las temperaturas o porque están heridos por la mordedura de otro pez y se acercan para morir".
José Carlos García Gómez, catedrático de biología marina de la Universidad de Sevilla y también consultado por 20minutos, se centra en lo referente al calentamiento global y su impacto en el cambio de las corrientes marinas. El experto explica que el Atlántico norte está inmerso en un proceso de subtropicalización que puede provocar "movimientos migratorios de muchas especies marinas, por lo que el mapa de distribución y las áreas nativas que teníamos configuradas de estas especies están cambiando".
En base a esto, las tradicionales zonas de abastecimiento de estas especies podrían estar cambiando también, por lo que el aumento de los avistamientos tendría, entre otras, como causa la búsqueda de alimentos de los tiburones en otras zonas diferentes a las habituales.
¿Cómo hay que actuar si nos encontramos con un tiburón?
Lo primero de todo es tener claro que nos enfrentamos a una tintorera. Conviene saber que esta especie no es peligrosa por sí misma y que se identifica fácilmente al tener un hocico especialmente alargado. Aunque puede llegar a los cuatro metros de altura, su tamaño suele estar en el umbral de los dos metros.
Tal y como explica National Geographic, si avistamos una tintorera y nos encontramos a cierta distancia, lo mejor es salir del agua y dar el pertinente aviso a las autoridades para que, si fuese necesario, desalojen la playa.
La cosa cambia si el tiburón se encuentra muy cerca de nosotros. En ese caso, y aunque pueda resultar complicado, hay que mantener la calma y no huir apresuradamente. Los tiburones no consumen carne como parte de su dieta habitual, por lo que hay que demostrarles que no somos una presa. Se recomienda no hacer movimientos bruscos e incluso hacer ruidos bajo el agua o emitir burbujas para advertir al animal de que no somos una presa.
De esta forma podríamos evitar lo que se denominan 'mordiscos exploratorios', que son ni más ni menos los que las tintoreras hacen para ver si el ser con el que se han encontrado es una presa o no. Esto se debe a su mala vista: al no poder percibirlo bien con el sentido de la vista prueban a dar ese bocado.