
Para el conductor puede ser toda una tentación el hecho de pasar un radar y posteriormente aumentar su velocidad para recuperar el tramo perdido por la reducción de velocidad que la ha obligado el dispositivo. Sin embargo, esto puede causarnos un problema.
La razón es que existen serias posibilidades de que no nos evite pagar una multa. ¿Por qué? La respuesta es simple: porque puede que el radar que dejemos atrás no sea el único que esté vigilando. Así, si cruzamos un radar y apretamos el acelerador, podremos superar el límite de velocidad marcado e incurrir en una infracción.
Esto se explica por una nueva directriz de la Dirección General de Tráfico (DGT), que ha optado a lo largo del último año por disponer en diferentes puntos del mapa de carreteras español lo que se denominan como radares en cascada: que a un radar fijo le sigan después uno o dos radares móviles, distanciados a corta distancia o incluso unos pocos kilómetros.
El objetivo más evidente de esta medida es conseguir que los conductores reduzcan efectivamente la velocidad en esos tramos en los que se colocan los radares y no la recuperen rápidamente nada más cruzarlos, es decir, se trata de una medida tomada en cuenta para garantizar la seguridad en la carretera.
Pero, en paralelo, la DGT también quiere conseguir otro objetivo: hacer que los detectores de radares pierdan efectividad, ya que con la colocación de esos radares móviles el funcionamiento de los detectores no es tan eficaz.
Esta semana, de hecho, se ha aprobado en el Congreso de los Diputados la nueva Ley sobre Tráfico, Circulación de Vehículos a Motor y Seguridad Vial que prohibirá y penalizará con tres puntos de carnet y 500 euros de multa la tenencia de detectores de radares, poniendo el foco en estos dispositivos como parte de las nuevas medidas más restrictivas.
El objetivo de la DGT es frenar las infracciones por exceso de velocidad, que en 2020 fueron de largo las más frecuentes. Según el informe anual de la Automovilistas Europeos Asociados, las multas por exceso de velocidad fueron de 2,43 millones y supusieron el 62,5% del total.