Las mascarillas dejarán de ser obligatorias en el exterior si se mantiene 1,5 metros de distancia, según ha informado este miércoles la ministra de Sanidad, Carolina Darias, durante la rueda de prensa posterior al Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud (CISNS).
Esta medida está incluida en el Real Decreto Ley de flexibilización de la mascarilla que aprobará este jueves el Consejo de Ministros, que se celebrará de forma extraordinaria, y se hará efectiva a partir del próximo sábado 26 de junio. La iniciativa se basa en un informe elaborado por la Ponencia de Alertas y Planes de Preparación y Respuesta.
"Todos los indicadores nos dicen que vamos en el camino adecuado y, con las altísimas tasas de vacunación es aconsejable que se empiece a introducir una flexibilización respecto al uso obligatorio de las mascarillas", ha detallado Darias.
No obstante, la mascarilla va a seguir siendo obligatoria en eventos multitudinarios que se celebren de pie al aire libre, en espacios cerrados de uso público, así como en los medios de transporte público. Asimismo, no la tendrán que llevar los ancianos en cuyas residencias el 80% tenga la pauta completa de vacunación, si bien los trabajadores que les atienden sí tengan que llevarla y las personas que les visiten.
Tampoco tendrán que llevarla las personas con alguna enfermedad que les impida a utilizarla, ni los pasajeros de barcos o buques en sus camarotes o cuando estén en la cubierta y se pueda mantener la distancia de 1,5 metros.
"Son medidas progresivas, graduales y prudentes. Es una medida importante, que vendrá bien porque la ciudadanía la demandaba, pero hay que ser prudente", ha detallado la ministra de Sanidad, para avisar de que la mascarilla "siempre hay que llevarla encima", recoge EP.
Varias comunidades han adelantado ya sus propuestas de 'desescalada' del uso de la mascarilla. La Xunta de Galicia propone un plan "prudente" que supone, con carácter general, eliminar su imposición excepto cuando no se pueda mantener la distancia de metro y medio; en resumen sería usar en interior elemento de protección y distancia y en el exterior mascarilla o distancia, con el matiz de que será "obligatorio" llevar siempre encima una por si fuese preciso su empleo.
Entre convivientes no será necesaria su utilización y en las terrazas de los locales de hostelería sí, salvo en el momento de consumir, por la imposibilidad de mantener esa distancia interpersonal, informa EFE.
En Aragón, la consejera de Ciudadanía y Derechos Sociales, María Victoria Broto, ha anunciado que las personas vacunadas que viven en residencias de mayores o de discapacidad de esta comunidad no tendrán obligación de usar la mascarilla dentro de estos recintos a partir de los próximos días.
El presidente de la Comunidad Valenciana, Ximo Puig, ha asegurado que es partidario de "administrar el sentido común en la dirección de la máxima prudencia" y que apuesta por una "progresiva apertura" sobre la utilización de las mascarillas en una norma que debe ser "flexible y reversible".
Allí pensaba empezar la relajación del uso de mascarillas en playas y en recintos naturales, y "si es en otros ámbitos, tiene que ser desde la máxima prudencia". "No se puede plantear una desaparición en absoluto de las mascarillas", ha zanjado antes de añadir que van a "continuar protegiéndonos" y que hay que llevarla siempre "al menos en el bolsillo".
Cataluña avala eliminar la obligatoriedad al aire libre, pero únicamente cuando se está solo o con el grupo de convivencia o cuando haya una distancia de seguridad de metro y medio con otras burbujas de convivencia.