
El empleo en EEUU sigue en plena combustión pasadas las vicisitudes de la pandemia. El informe relativo a abril de la Oficina de Estadísticas Laborales conocido este viernes recoge la creación de 428.000 nuevos puestos de trabajo (nóminas no agrícolas) durante el mes. La cifra recabada de la encuesta a las empresas rebasa los 400.000 al igual que en marzo y queda por encima de las 380.000-390.000 que esperaban los economistas. Sin embargo, en su encuesta a los hogares, el informe ha reflejado una fuerza laboral más pequeña otra vez, lo que puede aumentar la presión sobre los empleadores para aumentar los salarios aún más para atraer a los trabajadores. Esto supone otro 'telegrama' urgente para la Fed apenas dos días después de subir los tipos en 50 puntos básicos. La prueba no han tardado en darlas los mercados: el bono americano a 10 años ha escalado por encima del 3,1% y los futuros de Wall Street se han ido a la baja.
El informe del gobierno constata que la oferta de trabajadores disponibles disminuyó en abril, ya que la tasa de participación de la población activa cambió de marcha y cayó 0,2 puntos hasta el 62,2% después de haber aumentado 0,5 puntos en los tres meses anteriores.
Otra variable que recoge el informe es que EEUU no consigue llevar la tasa de paro al 3,5% prepandémico pese a la fuerte creación de empleo y se mantiene en el 3,6% de marzo. No pocos analistas tenían la esperanza de que el desempleo -también obtenido con la encuesta a los hogares- tocara ese mínimo registrado antes del covid o que incluso quedara por debajo, siendo ya la anterior comparativa las tasas del 3,4% registradas a finales de 1969, hace más de 50 años. En número de empleos, la brecha con respecto a los niveles pre-covid se ha reducido a 1,19 millones. El mes pasado faltaban 1,58 millones para llegar a los niveles previos al virus.
Fundamental era también cotejar la evolución de los ingresos medios por hora. Estos avanzan un 0,3% intermensual frente al 0,4% esperado por los economistas y el 0,5% del mes anterior, revisado una décima al alza. Asimismo, avanzan un 5,5% en el cómputo interanual, como se esperaba, frente al 5,6% de marzo. Muchos querrán ver aquí un cierto respiro de cara a las tensiones inflacionistas, pero la dinámica continúa.
En cuanto a los detalles, el aumento del empleo fue generalizado, pero el sector de los servicios siguió liderando el avance con 340.000 puestos de trabajo, gracias a la continua recuperación del sector del ocio y la hostelería, el aumento del empleo en el sector del transporte y el almacenamiento, la firmeza de la contratación en los servicios profesionales y empresariales y el sólido aumento de la atención sanitaria. El empleo en el sector de los bienes registró un saludable aumento de 66.000 personas, impulsado por la industria manufacturera.
Los analistas han centrado sus valoraciones en la fuerza laboral. Una nueva caída en la tasa de participación "podría exacerbar la escasez de mano de obra, lo que generaría más presiones salariales que inevitablemente desembocarán en una inflación de mayor espectro", explica a Bloomberg Peter Essele, jefe de gestión de cartera de Commonwealth Financial Network. "La historia aquí es la tasa de participación. No subió, cayó, lo que va en contra de lo que busca la Fed para aumentar la demanda de mano de obra", coincide Steve Chiavarone, gerente de Federated Hermes. "Además, la inflación salarial sigue siendo elevada", apostilla.
La Fed, de '50 en 50'
Centrándose en los pasos de la Fed, Essele cree que seguramente "acelerará el ritmo de ajuste si la tasa de participación continúa disminuyendo en medio de un sólido contexto de contratación". "El informe de hoy no revela mucho. Para la Fed, no hay nada en el informe de hoy que sugiera que pueden quitar el pie del freno", agrega Seema Shah, estratega de Principal Global Investors.
Kathy Bostjancic, de Oxford Economics, traslada que los datos de empleo apoyan la opinión del presidente Jerome Powell de que el mercado laboral está extraordinariamente ajustado y corre el riesgo de una espiral precios-salarios al alza, especialmente si la oferta de mano de obra no reanuda su repunte. "Por ello, el informe de hoy apoya que la Fed suba el tipo de interés de los fondos federales en 50 puntos básicos en cada una de sus reuniones de junio y julio", zanja la economista.
"Powell habló esta semana de optimismo sobre la vuelta de la oferta de mano de obra, pero hasta ahora hemos visto pocas señales y somos escépticos de que las cosas cambien pronto. Por lo tanto, seguimos esperando un mercado laboral ajustado que mantendrá la presión al alza sobre los costes de empleo", pondera James Knightley, analista de ING.
"En un entorno de poder de fijación de precios empresarial decente, en el que las empresas pueden trasladar los aumentos de costes a los clientes, esta es una razón clave por la que creemos que la inflación tardará mucho en volver al objetivo del 2%. Esto sería totalmente coherente con que la Fed siguiera subiendo los tipos de interés en incrementos de 50 puntos básicos durante al menos las tres próximas reuniones", concluye el experto del 'banco naranja'.
Una semana de datos
Otros datos conocidos esta semana han ido dando pistas. Uno de los más claros volvió a ser el de vacantes de empleo en el país. En el último día hábil de marzo, el número de ofertas de empleo en EEUU escaló hasta situarse en los 11,55 millones, el nivel más alto de la historia de la serie, que comenzó en diciembre de 2000, según mostró este martes la Encuesta de Ofertas de Empleo y Rotación Laboral (JOLTS) del Departamento de Trabajo. El último informe, relativo a febrero, arrojó una cifra de 11,34 millones, revisada desde los 11,26 millones de vacantes contabilizados inicialmente. La cifra conocida hoy supera claramente las estimaciones de los analistas, que esperaban un dato en torno a 11 millones.
Mientras tanto, los 4,5 millones de estadounidenses que renunciaron a sus empleos en marzo marcaron otro máximo de la serie que se remonta igualmente al año 2000. La tasa de renuncias, una medida de los abandonos voluntarios de puestos de trabajo como proporción del empleo total, aumentó ligeramente hasta el 3%.
Un dato que no siempre se corresponde con el informe de empleo, pero que salió también esta semana fue la encuesta de empleo privado de la empresa ADP. En su informe de abril, este estudio recogía la creación de 247.000 empleos frente a los 383.000 esperados y los 479.000 del mes anterior (el dato inicial fueron 455.000). Las empresas con 500 o más empleados registraron un sólido aumento de la contratación, pero las que tienen menos de 50 perdieron 120.000 puestos de trabajo en abril, el peor en dos años.
Por otro lado, el dato de peticiones iniciales por desempleo registró en la semana acabada el 30 de abril un ligero repunte hasta las 200.000 solicitudes desde las 181.000 previas. "A pesar de este aumento, las solicitudes de subsidio de desempleo se mantienen en niveles compatibles con una situación del mercado laboral extremadamente ajustada", señalan los analistas de Oxford Economics, dando importancia a la barrera de las 200.000.
Un último dato relacionado con el ámbito laboral que copó los titulares en EEUU esta semana fue el de la productividad. Esta métrica cayó en el primer trimestre en la mayor proporción desde 1947, a medida que la economía se contraía, mientras que los costes laborales aumentaban e ilustraban un mercado de trabajo extremadamente ajustado. La producción por hora de los empleados de las empresas no agrícolas disminuyó a un ritmo del 7,5% anualizado respecto a los tres meses anteriores, según las cifras del Departamento de Trabajo. Esta cifra se compara con el aumento del 6,3% del cuarto trimestre y el descenso del 5,3% que preveían los economistas. Las tasas de crecimiento de la productividad pueden ser muy volátiles.
Al mismo tiempo, la remuneración por hora aumentó un 3,2% en el periodo, pero con la caída de la productividad, los costes laborales unitarios subieron un 11,6% en el primer trimestre. Aunque el aumento trimestral de la remuneración por hora ajustada a la productividad probablemente exagera el grado de presión salarial, el aumento anual del 7,2% de los costes laborales fue el mayor desde 1982. Más leña para la 'lumbre' de la Fed.