
El esfuerzo que el español medio tiene que hacer para afrontar el pago del alquiler descendió en 2021 por primera vez en seis años. La ligera caída, sin embargo, no evita que el porcentaje total del salario que hay que destinar a la renta mensual siga por encima del máximo recomendado los órganos de control europeos de media y se sitúe en el 40%.
Si en 2020, de media, se destinaba un 41% del sueldo al alquiler, en 2021 la cifra se redujo un punto porcentual, según se recoge el estudio 'Relación de salarios y vivienda en alquiler en 2021', que se basa en los datos de los sueldos medios de las ofertas de empleo de la plataforma InfoJobs y en los precios medios de la vivienda de alquiler del Índice Inmobiliario Fotocasa.
El precio de la vivienda en alquiler cerró 2021 con un descenso anual del 3,6%, en 10,27 euros/m2 al mes en diciembre, mientras que el salario bruto medio de España registrado por InfoJobs, que en 2021 era de 24.555 euros anuales (2.046 euros brutos mensuales si lo dividimos en 12 pagas) tras reducirse un 2,5% sobre 2020. Esto supone que el inquilino medio tuvo que destinar un 40% del sueldo a pagar la renta mensual en una vivienda tipo de 80 metros cuadrados.
El esfuerzo solo disminuye en Madrid
Dos años después de empezar oficialmente la pandemia, señalan desde Fotocasa, 15 comunidades autónomas han visto incrementar el dinero destinado a pagar el alquiler, mientras; el porcentaje solo decrece en una de ellas. Se trata de Madrid, donde en 2021 se destinó al pago del alquiler el 49% del salario frente al 50% del año previo.
Es Cataluña la comunidad que destina el mayor porcentaje del sueldo al alquiler. En la región, el precio de la vivienda en alquiler cerró 2021 con un incremento anual de apenas un 0,4%, en 14,06 euros/m2 al mes en diciembre. Con un salario bruto medio de 24.871 euros (2.073 euros brutos mensuales en 12 pagas), los catalanes tendrían que destinar el 54% de su sueldo bruto al pago del alquiler.
Tras Cataluña, las CCAA donde más parte del salario se destina a pagar la renta son: País Vasco (50%), Madrid (49%), Baleares (49%), Canarias (40%), Cantabria (40%), Navarra (38%), Comunidad Valenciana (36%), Aragón (36%), Andalucía (35%), Asturias (33%), Galicia (32%), La Rioja (32%), Castilla y León (32%), Región de Murcia (31%), Castilla-La Mancha (25%) y Extremadura (24%).
Por provincias, en el 72% de ellas los ciudadanos destinan más del 30% de su sueldo bruto al pago de una vivienda en alquiler de 80 metros cuadrados. En Gipuzkoa, la provincia con el metro cuadrado más caro de España, se destinó el 57% de su sueldo a pagar su vivienda en alquiler. Por contra, en Cáceres, Ciudad Real y Jaén el esfuerzo tuvo que ser de menos del 25% de los salarios.
El gran problema: los alquileres vuelven a subir y los salarios se moderan
Según indica María Matos, directora de Estudios y Portavoz de Fotocasa, la caída del precio de los alquileres el año pasado, que alcanzó de máximo un descenso de un 6% a nivel interanual, fue "una situación completamente anómala producida por la falta de demanda durante la pandemia, que ya ha remitido" y alerta de que el porcentaje destinado al pago del alquiler "está muy por encima de lo recomendado por los órganos de control europeo".
Para Matos, "nos encontramos en niveles muy poco asumibles a los que las familias o los jóvenes independientes pueden hacer frente. Porque además de la gran problemática de subida del precio del alquiler si no se adoptan medidas eficaces, las políticas deben ir en la dirección de la creación de empleo estable, para erradicar la precariedad y la inestabilidad de nuestro mercado".
Por su parte, Mónica Pérez, directora de comunicación y estudios de InfoJobs, recuerda que "el último año ha estado marcado por la reapertura de la economía y el crecimiento del empleo, lo que ha permitido que ciertos sectores y puestos de baja cualificación y situados en el rango salarial más bajo hayan despertado del letargo y vuelto a ofertarse ampliamente, impulsando a la baja el promedio retributivo ofertado". De cara a este año, avisa de que "estamos observando una moderación salarial a pesar de la inflación" en un contexto mundial complicado y recrudecido por la guerra en Ucrania.