La construcción tradicional de viviendas está dando paso a nuevos sistemas llamados a cambiar por completo el sector residencial. Es el caso de la industrialización, que puede ser 2D -parcial- o 3D -total-. Bauen es una de las empresas que construye viviendas en España bajo el sistema modular 3D. Lo hace en su factoría de Toledo, que cuenta con una superficie de 12.000 metros cuadrados, 35 empleados y capacidad para producir 200 viviendas al año en un solo turno. Ellos son los encargados de 'crear' las viviendas de Aedas Homes para las promociones Tinné y Eneida.
El proceso de construcción se asemeja al de los coches, aviones o barcos. Aquí no hay ladrillos ni andamios. En su lugar, la factoría cuenta con varias líneas de fabricación donde se van incorporando los distintos componentes de la casa. El trabajo es en cadena y sobre raíles. Primero se crea la estructura metálica de acero. Cada módulo que compone la vivienda tienen una dimensión de 50 m2 -14 metros de largo, 4 de ancho y 3,5 de altura-.

Después, los operarios añaden el hormigonado de la solera, montan las instalaciones eléctricas y la fontanería, incorporan puertas, ventanas, suelos o alicatan los baños. El trabajo es preciso, al "milímetro". Las piezas de la casa encajan como en un puzzle.
El 80% en fábrica
En la fábrica se construye el 80% de la vivienda, y el resto se termina a pie de obra. El segundo proceso -remate de juntas y tratamiento de fachadas- se ejecuta en un plazo medio de seis semanas. Antes de llegar a su destino final, las casas salen de la fábrica perfectamente embaladas. Se trasladan con una grúa con capacidad para mover 50 toneladas. La mastodóntica máquina lleva las hasta los camiones y -si lo requiere- hasta los barcos.

El modelo industrializado de viviendas ofrece una larga lista de ventajas a las promotoras residenciales. Una de ellas es que acorta los plazos de construcción hasta un 50%. "Una promoción tradicional que tarda en construirse 18 o 24 meses puede reducirse a nueve y doce meses, respectivamente con este método. Esto se debe a que los trabajos se solapan. Mientras se está haciendo el bajo rasante en obra, en la fábrica se hace el sobre rasante", explica Jorge Perelli, director general de Bauen.
Además de reducir plazos, la industrialización también aumenta la calidad de la ejecución y es más sostenible y respetuosa con el medio ambiente. Precisamente, la necesidad de cumplir con las exigencias europeas en materia de sostenibilidad es uno de los factores que podrían impulsar este modelo constructivo ya que genera menos residuos y emite menos C02 que el modelo tradicional. Otra de las bondades de la construcción industrializada es que es más segura.

En la fábrica de castellano-manchega de Bauen todos los operarios trabajan en el interior y a ras de suelo -no es obligatorio el casco-. La tasa de siniestralidad laboral es más baja utilizando este sistema que en la construcción en obra.
Las 2.000 viviendas de Aedas
Aedas Homes es pionera en la industrialización de viviendas. Comenzó en 2018 y ya ha impulsado 12 promociones bajo este sistema, de las que ha entregado la mitad, lo que supone más 100 unidades. Además, tiene en marcha más de 50 proyectos residenciales parcialmente industrializados -con baños, fachadas, estructuras o paneles- con más de 2.000 viviendas. El objetivo de la promotora capitaneada por David Martínez es que a partir de 2023 al menos el 25% de las viviendas que se entreguen sean total o parcialmente industrializadas.
Uno de los proyectos offsite que pronto verá la luz -y que se construye en la fábrica de Bauen- es Tinné. Constará de 14 chalets pareados en Bodilla del Monde (Madrid) de 4 dormitorios, con bodega con patio inglés, amplias terrazas, dos plazas de aparcamiento y piscina privada. Los inmuebles llevarán el sello del Estudio Lamela de arquitectura y se caracterizan por su elevada sostenibilidad: tendrán la calificación energética A.
José María Quirós, delegado de Industrialización de la promotora, está convencido de que el sistema de construcción industrializada puede solucionar muchos de los retos a los que se enfrenta el sector, como la falta de mano de obra o el alza de los costes de construcción. "La industrialización mejora enormemente la rotación de nuestros activos -que es importantísimo para nuestras inversiones-, y nos expone mucho menos a los ciclos inflacionistas como el que ahora mismo estamos", apunta.
En cuanto al precio, en coste directo supone un 8% más que una construcción tradicional, pero sumando el total de los costes "interesa hacerlo", dice Quirós, ya que se compensa con otros factores como, por ejemplo, la reducción de costes financieros, indirectos o auxiliares.
Mercado incipiente
El porcentaje de vivienda industrializada en España solo representa el 1% del total, muy por debajo de los niveles de construcción de otros países europeos. En Holanda supone el 50%, en Alemania el 9% y en Reino Unido el 7%. Sin embargo, los expertos constatan el creciente interés de promotores e inversores por este modelo. De hecho, las previsiones más optimistas apuntan que las casas industrializadas representarán en España entre el 30% y el 40% de las nuevas construcciones en 2030.
Con el objetivo de impulsar la industrialización e innovación del proceso de edificación nació hace cerca de un año el El Clúster de la Edificación. La organización, auspiciada por la Asociación de Promotores Inmobiliarios de Madrid (Asprima), está abierta a otras organizaciones, empresas, profesionales o instituciones del ámbito de la edificación para avanzar en el desarrollo y la implantación de procesos y productos innovadores en diversos ámbitos del sector.