
El precio de la vivienda nueva y usada sigue al alza. Se ha encarecido un 3,8% anual en el primer trimestre del año, situándose en los 1.743 euros el metro cuadrado, según el Informe de Tendencias del Sector Inmobiliario elaborado por Sociedad de Tasación. La subida se sitúa en el 2,8% en la comparativa semestral lo que, según la tasadora, demuestra que el mercado residencial no ha sufrido grandes alteraciones pese a la guerra entre Rusia y Ucrania y la galopante inflación.
"Por ahora, observamos que la invasión en Ucrania ha frenado el creciente optimismo en el sector, pero eso no ha supuesto, al menos de momento, un cambio en el comportamiento del mercado residencial en España", dice Juan Fernández-Aceytuno, consejero delegado de Sociedad de Tasación.
El experto también señala que hay factores como el aumento de los costes de construcción que favorecen que se mantenga esta tendencia de crecimiento de precios, especialmente en obra nueva, mientras que el aumento de los costes de gas, electricidad y combustibles, y su impacto en la escalada de inflación, implica una menor renta disponible por parte de los compradores lo que "puede frenar su capacidad de financiación hipotecaria, y sería un contrapeso a valorar".
La radiografía elaborada por Sociedad de Tasación apunta que los precios han subido de forma generalizada en todas las comunidades autónomas, aunque lo ha hecho con más fuerza en las Islas Baleares, donde la vivienda se ha encarecido un 3% durante 2021. El archipiélago también lidera las subidas entre entre julio y diciembre, con incrementos de 2,2%. Le siguen Cantabria (2,1%) y País Vasco (2%). En el extremo contrario se sitúan Extremadura y Cataluña con aumentos del 1%.
La Comunidad de Madrid (2.689 euros/m²) registra el precio medio más elevado de vivienda nueva y usada a nivel nacional, por encima de Cataluña (2.418 euros/m²) y País Vasco (2.305 euros/m²). Por el contrario, Extremadura (905 euros/m²) y Castilla La Mancha (986 euros/m²) presentan el importe medio más bajo, ambas por debajo de los 1.000 euros/m² de media.
En términos provinciales, Málaga (3,4%) y Álava (3,2%) son las provincias de España dónde más ha subido el precio de la vivienda durante 2021, seguidas de Cádiz con un +2,9% y de Toledo y de Guipúzcoa, ambas con un +2,8%.
Por el contrario, el importe medio apenas ha aumentado un 0,1% en Soria, mientras que Palencia es la única provincia donde se ha registrado un descenso (-0,2%).
Por importe, Barcelona (2.746€/m²) sigue siendo la provincia con el precio medio más elevados a nivel nacional, seguida por la Comunidad de Madrid (2.689 euros/m²) y Guipúzcoa (2.592 euros/m²). Por el contrario, Badajoz (905 euros/m²), Ciudad Real (896 euros/m²) y Lugo (885 euros/m²) se sitúan con el valor medio más bajo.
La confianza se modera
El Índice de Confianza Inmobiliario ha alcanzado los 53,2 puntos sobre 100 durante el primer trimestre de 2022, lo que supone la cifra más alta desde el inicio de la pandemia. El indicador suma tres trimestres consecutivos en una zona optimista (por encima de 50 puntos). No obstante, su crecimiento se ha ralentizado entre enero y marzo de 2022, con apenas una subida de dos décimas en comparación con finales de 2021. El resultado contrasta con el avance de 10,7 puntos que registró durante el último año.
La desaceleración de la economía, la incertidumbre geopolítica, la elevada inflación y el aumento de los costes energéticos, que se sitúan en máximos; son algunos de los factores que explican esta moderación del optimismo dentro del sector inmobiliario.
La tasadora explica que el resultado del Índice de Confianza Inmobiliario está en línea con los últimos datos elaborados por el INE y el CIS. En concreto, en el último estudio publicado por el CIS en febrero, justo al inicio de la contienda, el Índice de Confianza del Consumidor (ICC) muestra un leve incremento del 0,5% respecto al mes anterior, hasta alcanzar los 89,8 puntos, mostrando una tendencia hacia la moderación.
La moderación es más evidente si se analiza el Índice de Confianza Empresarial Armonizado (ICEA) elaborado por el INE, cuyo indicador registró una caída del 2,5% durante el primer trimestre de 2022, con descensos de las perspectivas empresariales en todos los sectores de actividad.