
Iluminación, electrodomésticos, calefacción, agua caliente... La suma de estos consumos energéticos en las viviendas queda reflejada cada mes en la economía de las familias. Esta situación ha cobrado especial relevancia en los últimos meses debido al encarecimiento del precio de la electricidad. Pero, ¿y si una vivienda pudiese consumir solo 32 euros al mes? Esto es una realidad.
Se trata de una casa unifamiliar biopasiva industrializada construida a base de un entramado de madera, bajo el estándar de eficiencia energética Passivhaus. Ubicada en Soto del Real (Madrid), la vivienda -levantada por la empresa 100x100biopasiva- cuenta con 180 m2. El consumo energético total de esta casa, llamada Los Goluditos, no supera los 32 euros al mes (impuestos incluidos), pese a que todas sus instalaciones son eléctricas: la climatización, el agua caliente sanitaria, la iluminación, los electrodomésticos, etc.
Construida a base de madera proveniente de bosques gestionados de forma sostenible
El bajo gasto de la vivienda es debido a cómo está construida, por sus materiales y la instalación de sus sistemas. Pinturas ecológicas minerales y vegetales transpirables que absorben CO2, aislamientos reciclados libres de formaldehídos y con ligantes de origen vegetal, madera proveniente de bosques gestionados de forma sostenible, ventanas de madera/aluminio de triple cristal...
"Cuando tú diseñas una vivienda bajo la arquitectura bioclimática, orientándola en la parcela perfectamente, utilizar grandes cantidades de aislamiento, muy buenas ventanas, y con una buena hermeticidad al aire, se consigue eliminar esa tediosa hipoteca energética que tanto cuesta pagar sobre todo en los meses de invierno", explica Ander Echevarria, director técnico comercial de 100x100biopasiva-Construcción Sostenible. Además, se han instalado fuentes de energías renovables como la aerotermia o la fotovoltaica de autoconsumo, que "es lo que hace que acabe de eliminarse prácticamente todo el gasto de la vivienda", señala Echevarría.
La madera utilizada para la estructura es de abeto y pino austriaco, un árbol de crecimiento lento y que, normalmente, se tala en torno a los 100 o 110 años, lo que ofrece una dureza y densidad elevada que es "una garantía de calidad muy importante para la estructura. Lo que aporta al consumo de la vivienda la utilización de madera estructural es que es un muy buen aislante", apunta Echevarría. Además, según añade, la madera al ser un mal conductor favorece a que no haya prácticamente ningún puente término en la construcción.
Aislamiento
El aislamiento es otro factor que permite la reducción de los costes energéticos. Se trata de Naturoll, realizado por la empresa Knauf Insulation, un aislamiento de lana mineral de vidrio, ligante de origen vegetal sin formaldehídos ni fenoles. Óscar del Río, director general de Knauf Insulation Iberia, indica que este aislamiento "puede suponer más del 87% en el ahorro de la factura energética, con los cálculos realizados con precios de tarifa septiembre 2021". Los muros exteriores y la cubierta cuentan con 20 centímetros de espesor y 6 centímetros en tabiquería interior para acústica.
El revestimiento exterior está realizado de fibra de madera reciclada con acabado en morteros ecológicos de cal y silicato. Por su parte, el acabado interior se ha realizado con un panel hecho el 80% de yeso y 20% de papel de periódico reciclado sobre listones de madera de pino.
Una gestión correcta del agua es otra de las contemplaciones de esta vivienda madrileña. Además de contar con sanitarios y grifos de bajo consumo, se ha instalado una biodepuradora con filtro de fibra de coco para reutilizar y aprovechar el 100% de las aguas, tanto las pluviales como las grises y las negras, y darles un segundo uso en el riego de los jardines o las cisternas de los inodoros.