
La promotora Vía Célere ha dado este año un giro a su estrategia de producción restando peso a la constructora interna, lo que ha supuesto la salida de unas 45 personas de la plantilla de la compañía desde el pasado mes de enero, según confirman distintas fuentes del sector a elEconomista.
Este movimiento se torna estratégico al coincidir en el tiempo con el proceso de venta de la compañía, ya que desde hace unos meses su principal propietario, el fondo Värde Partners, negocia su desinversión y se encuentra actualmente en conversaciones con Neinor, en una operación que está siendo asesorada por Credit Suisse y Deloitte.
Según las mismas fuentes, la constructora interna de Vía Célere llegó a representar en su momento una parte muy importante de la plantilla de la promotora, alcanzando porcentajes superiores al 40%. Sin embargo, esta situación ha cambiado por completo y desde la compañía han decidido que todo el personal denominado en el sector como cuello azul, como pueden ser oficiales, almacenistas o gruistas, dejen de estar en nómina y pasan a ser subcontratados, de modo que únicamente quedarían bajo el paraguas de Vía Célere los empleados de cuello blanco es decir, los project manager, arquitectos, ingenieros o aparejadores.
¿A qué se debe el cambio?
Con esta transformación de modelo la compañía estaría reduciendo el tamaño de su plantilla, algo que puede ser clave en el entorno de una operación de venta e integración con otra compañía del sector. De hecho, Neinor, que es quien está ahora en negociaciones para hacerse con la participación del 76,4% que tiene Värde en Vía Célere, ya cuenta con su propia constructora interna, con la que esperan levantar unas 1.000 viviendas en los próximos dos años, la mayor parte de ellas en Guadalajara, al ser proyectos heredados de la compra a principios de este año de Quabit.
Neinor, que es quien negocia la compra de Vía Célere, ya cuenta con su propia constructora interna
Sin embargo, fuentes próximas a Vía Célere aseguran que la decisión de restar peso a la constructora no va ligada al proceso de desinversión de Värde, sino más bien a preparar a la promotora de cara a un posible cambio de ciclo en el sector y tener de este modo una mayor capacidad de gestión y de control interna de las dimensiones de la compañía.
Así, el nuevo objetivo de Vía Célere pasa por que la constructora interna no acapare por norma general más del 20% de los proyectos de promoción que se lleven a cabo anualmente. Hasta ahora ese porcentaje ha sido bastante superior, ya que en 2020 fue del 51,82% y este ejercicio ha supuesto el 40,45% al encargarse de la construcción de 850 viviendas del total de las entregas de este año.
Actualmente, la constructora interna de la promotora que capitanea José Ignacio Morales se encarga del desarrollo de cinco proyectos, uno de ellos adjudicado el pasado mes de septiembre en proceso competitivo.
Se trata de la construcción de 28 unifamiliares en Villaviciosa de Odón, "lo que demuestra de nuevo nuestro compromiso por el mantenimiento de esta área de gestión interna", explican desde Vía Célere, que asegura que en ningún caso desde la promotora se está pensando en "cerrar o desmantelar el área de construcción de la compañía" y destacan que "esta área, dentro del grupo, ha ido variando en cuanto a volumen en función del momento del ciclo -lo cual es normal en este tipo de empresas- pero sigue siendo importante para la compañía. De hecho, actualmente trabaja en ella el 15% de la plantilla total de la empresa, un porcentaje superior al que tienen otras empresas con esta área de negocio".