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El euríbor vuelve a registrar nuevos mínimos y cuaja la teoría de que Trump puede hundir el índice por debajo del 2%

El euríbor diario vuelve a acelerar las caídas este viernes y baja hasta los 2,235%, registrando un nuevo mínimo para el índice hipotecario. Hasta hace poco los descensos se habían frenado, pero en los últimos días los descensos cogen velocidad y marcan niveles de septiembre de 2022. La crisis bursátil que ha desatado Trump con los aranceles está jugando a favor de los hipotecados. Y cada vez cuaja más la teoría de que el magnate quiere provocar una "recesión controlada" de EEUU que hundiría el euríbor por debajo del 2%.

La guerra de aranceles de Trump puede tener mucho que ver con una "voladura controlada" y eso sería una excepcional noticia para el euríbor y los titulares de hipotecas variables. Aunque no lo parezca, los hipotecados están atados a los mercados financieros y las caídas de la bolsa afectan al presente y futuro del euríbor.

Los recortes del euríbor diario no están respondiendo a los descensos de los índices de Wall Street o el Ibex 35, sino a la caída en picado de las rentabilidades de los grandes bonos del mercado. El índice, aunque se elabora con los préstamos que se hacen los bancos, funciona como cualquier activo de deuda en los mercados financieros. Las entidades financieras se prestan el dinero en base a si suben o bajan los intereses en los mercados financieros, por lo que si se hunden, como está sucediendo, los intereses en el bono alemán o americano, el movimiento natural del euríbor es acompañar las bajadas.

Pero lo interesante de todo lo que está pasando es la lectura que dan los inversores al ataque arancelario. Los mercados se han puesto en modo recesión y por eso están cayendo a plomo. Y en este punto surge la teoría de una recesión controlada. Desde hace semanas varios indicadores están alertando de que la economía de EEUU ha entrado en barrena por el caos arancelario, por lo que a nadie sorprende que las bolsas mundiales se hayan asustado con el anuncio de Trump. Al propio Trump y a su equipo tampoco debería cogerles desprevenidos el terremoto bursátil.

En política, las decisiones complicadas y dolorosas se toman a principio de mandato. Y si hay que ir a una guerra comercial que provoque daños internos a la economía, por qué no hacerlos desde el inicio. Además, casi es inevitable para un presidente de EEUU sufrir una recesión, teniendo en cuenta los ciclos económicos, y los republicanos tienen un largo historial cayendo en esa trampa. No hay recesión en los últimos cincuenta años en la que no haya terminado atrapada una Administración republicana.

Desde el punto de vista económico, supone hacer tabla rasa y empezar desde cero. Tampoco es ningún secreto que Trump tiene fijación con la Reserva Federal (Fed). Ya en el primer mandato intentó influir en el banco central para que bajara tipos. Y no hay mejor manera de forzar recortes que provocar una recesión. La teoría es tan buena que hasta el propio Trump se ha hecho eco en su red social.

Y por si quedaba alguna duda de las intenciones de Trump:

¿Y qué significa todo esto para el euríbor? Pues si la Fed baja los tipos para hacer frente a una recesión, no van a ser pocos los recortes y el BCE tampoco sería ajeno a esta circunstancia. El euríbor no deja de ir de la mano del BCE y, tarde o temprano, pisa los talones a los tipos oficiales. Si hay bajadas por parte del BCE, el euríbor va a seguir bajando. Y lo que parece una loca teoría de que una "recesión controlada" puede hundir el euríbor, la están empezando a comprar los inversores. En pocos días, el mercado ha empezado a descontar entre cuatro y cinco recortes de tipos para la Fed para los próximos doce meses. Hasta hace nada el escenario base era de dos recortes de tipos para este año.

El BCE no es ajeno a ello y los swaps financieros, que utilizan los inversores para cubrir sus posiciones, apuntan a que ejecutará tres recortes de tipos en lo que queda de año para llevar los tipos al 1,75%. Actualmente, los tipos del BCE se sitúan en el 2,5% y la pasada semana ya se barajaba una pausa para los recortes de la próxima reunión de abril. El repunte del euro de estos días ante la crisis anunciada de EEUU también facilita la vida para que el BCE pueda bajar tipos.

Los futuros del euríbor, la referencia que utilizan los analistas para anticipar los movimientos del índice, anticipan que en diciembre se situará en el 1,75%, coincidiendo con las previsiones del mercado para los tipos. Pero no solo dibujan más caídas del euríbor para finalizar el año, también anticipan que continuarán en 2026. El mercado está situando al euríbor por debajo del 2% hasta mediados de 2027.

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