Vivienda - Inmobiliario

De ser el dueño del edificio Chrysler a protagonizar la mayor quiebra inmobiliaria desde la crisis y acabar en el calabozo

El dueño de la inmobiliaria quebrada Signa, René Benko. Foto: Canva.

El nombre de René Benko pasa desapercibido hasta que se le identifica como el dueño del edificio Chrysler. En realidad, este austriaco tuvo que poner a la venta este activo después de que su empresa protagonizara la mayor quiebra inmobiliaria en Europa desde la crisis financiera. Signa quebró en noviembre de 2023 -tras el ciclo alcista de los tipos de interés- y la empresa no logró sacar adelante un plan de reestructuración. Ahora, Benko ha acabado en el calabozo por intentar ocultar y quedarse activos de su empresa quebrada.

La Fiscalía Económica y Anticorrupción austriaca ha detenido este jueves a Benko, según ha anunciado en un comunicado. La razón es que las autoridades le están investigando y temen que pueda ocultar pruebas o entorpecer el proceso. Benko era el dueño de Signa, una inmobiliaria austriaca con oficinas, hoteles, edificios comerciales o tiendas de lujo. Sus propiedades estaban en Austria, Alemania, Suiza, Italia, Reino Unido o Estados Unidos. En concreto, entre sus activos destacaba el edificio Chrysler de Nueva York, del que ostentaba el 50% en el momento de la quiebra.

Cuando una compañía quiebra, se dan varias alternativas. Se puede optar a reestructurar la empresa y que esta vuelva a operar o, simplemente, disolverla. En el caso de Signa, no se pudo volver a sacar adelante el negocio porque el juzgado que llevaba el caso lo rechazó. La empresa quería únicamente devolver el 30% de las reclamaciones a los distintos acreedores, cuando el precio de los activos se había revalorizado, detallaba Bloomberg en octubre, lo que forzaba a la liquidación de la de real estate.

No es la única trampa que ha intentado colar Benko. Las autoridades explican que se le ha detenido porque existía el riesgo de que volviera a delinquir. El empresario ha estado moviendo sus activos entre sus sociedades, mediante transacciones falsas, para evitar que estos formaran parte del proceso de bancarrota y, por tanto, perderlos, apunta la Fiscalía. Cuando Signa quebró, la valoración de sus activos ascendía a los 27.000 millones de euros brutos.

Benko tiene una sociedad a nombre de su hija Laura, aunque el que de facto está detrás de esa firma es él. Así, ha intentado ocultar sus bienes a las autoridades y que estos quedaran dentro de otras de sus sociedades y fuera del proceso de liquidación. Además, la Fiscalía apunta que el austriaco ha falsificado documentos y pruebas con el mismo objetivo.

Las autoridades iniciaron la investigación ante los indicios de delito que tenían sobre la mesa. En este tiempo, han estado haciendo escuchas al empresario, hablando con testigos y rastreando sus movimientos, lo que ha acabado con su detención.

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