
La figura del comprador de vivienda atraviesa un proceso de gran transformación marcado en los últimos meses por el endurecimiento de la política monetaria del BCE, que ha restringido y encarecido el acceso a la financiación. Una prueba del cambio es que el 32% de los españoles que compraron casa en el primer semestre del año lo hicieron sin necesidad de recurrir a un préstamo hipotecario. El resultado es cinco puntos porcentuales superior al de hace un año.
Dentro de ese grupo, el 18% se valió de sus propios ahorros para convertirse en propietario, un 8% recurrió a la ayuda de familiares y el 6% afrontó la compra gracias a la venta de una antigua vivienda. Llama la atención el incremento de tres puntos porcentuales (del 15% al 18%) de los compradores que materializaron la adquisición de su casa gracias a sus propios ahorros, un fenómeno que Fotocasa llama de 'hucha llena' y que puede obedecer al hecho de que todavía existe un colchón que muchas familias pudieron generar durante la pandemia del coronavirus. En concreto, a los periodos de restricciones vividos en 2020 y 2021, donde se paralizó prácticamente el consumo.
Los expertos también atribuyen el incremento de la liquidez a la "situación de inestabilidad acrecentada por la inflación, desatada desde finales de 2021 y prolongada durante los dos años siguientes. Ante esta amenaza e incertidumbre, la inversión en un valor refugio como la vivienda se presenta como una operación atractiva que impulsa la compra por parte de aquellos con el músculo financiero suficiente para ello.
"El aumento de los tipos de interés, del coste de los préstamos hipotecarios y el endurecimiento de los requisitos para acceder a ellos ha hecho que los ciudadanos estén buscando otras fórmulas para comprar vivienda sin pasar por las entidades financieras, porque un volumen importante ha dejado de considerarlas atractivas", explica María Matos, directora de Estudios y portavoz de Fotocasa.
En cuanto a los ciudadanos que sí que necesitaron hipotecarse para comprar casa, supusieron el 68% del total. Se trata de un porcentaje notablemente menor al registrado doce meses antes, cuando ascendió hasta el 73%. Dentro de ese grupo, un 56% recibió solo financiación bancaria mientras que otro 13% necesitó, además del préstamo hipotecario, la ayuda familiar para efectuar la compra.
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