
La sostenibilidad se ha convertido en un elemento clave en el mercado inmobiliario tanto para compradores como para constructores y promotores. Sin embargo, en el último año se ha reducido el número de personas que están dispuestas a desembolsar un poco más por vivir en una casa sostenible. En concreto, el porcentaje ha mermado hasta el 45,9%, tres puntos menos que en 2022.
Así se desprende del informe La sostenibilidad en la demanda de vivienda en España, elaborado conjuntamente entre Fotocasa y Solvia en el que más del 95% de los encuestados -tanto futuros propietarios como inquilinos- son conscientes de la importancia de vivir en una casa sostenible. Además, también conocen sus dos principales beneficios: ahorro económico y menor impacto ambiental.
Por tipo de demandante de vivienda, el texto apunta que el 53,5% de los particulares en proceso de compra están dispuestos a asumir un sobrecoste, mientras que la cifra se reduce al 42,7% en el caso de los demandantes de vivienda.
"Sin embargo, en el caso de los que contestan que la decisión de pagar más por una vivienda sostenible dependerá mucho del sobrecoste que pudiese acarrear, la balanza se inclina hacia el alquiler: un 43,3% de los futuros arrendatarios estaría dispuesto a pagar más, mientras que en el caso de los futuros compradores el porcentaje desciende hasta un 36,3%", dice el texto.
Entre ellos, el 28,7% se lo plantearía si, como mucho, valiese un 5% más; el 37,2% lo pagaría si costase un 10% adicional; y el 21,3% lo asumiría si no se encareciese más del 15%. Solo el 13% restante cedería en aquellos casos en los que tuviesen que abonar un 20% más por esta condición. En comparación al año pasado, destaca la disminución de aquellos que ponían como tope que el inmueble costase un 5% más: descendiendo del 48,6% al 28,7%.
Inversión a futuro
¿Y cuáles son los principales motivos para pagar más por una vivienda más sostenible? El 63,4% de los futuros compradores y arrendatarios apunta a que se trata de una buena inversión a futuro y cree que reducirá sus facturas a largo plazo: el 42,7% destaca su preocupación medioambiental y el 32,5% señala la calidad de los materiales de la vivienda.
Por contra, entre el 11,6% de los demandantes de vivienda que no pagarían más por una vivienda sostenible, el 62,8% destaca que el precio de una vivienda construida con materiales sostenibles es muy elevado, el 21,3% señala que no le interesa una vivienda sostenible y el 18,4% que no entiende el concepto de vivienda sostenible.
"El sector inmobiliario es responsable del 36% de las emisiones de CO2 y del 40% del consumo energético a nivel europeo, según datos de la Comisión Europea. Por este motivo, tiene la misión de convertirse en un agente facilitador en el proceso de descarbonización y rehabilitación energética de los hogares", explica María Matos, directora de Estudios y Portavoz de Fotocasa.
Dentro de la agenda 2030, el sector inmobiliario tiene un objetivo claro en materia de sostenibilidad, que es reducir las emisiones de carbono un 55% antes de esa fecha, y "seguir avanzando hasta conseguir un parque inmobiliario neutro en emisiones para 2050", apunta Víctor González, director de Marca y Comunicación de Solvia.
"En España, con uno de los parques inmobiliarios más envejecidos de Europa, este reto también supone una gran oportunidad para el desarrollo de nuestra industria, afianzando nuestro compromiso presente para la mejorar de la sociedad del futuro", añade.