El euríbor ha iniciado su andadura en junio pegado al 4% y amenazando con batirlo, pero hay serios indicios que el final de la subida está muy cerca. Para cientos de hipotecados la gran pregunta es si volverá a bajar el índice al que están vinculadas millones de préstamos. Hay varios indicadores que apuntan a que en la recta final del año podrían verse los primeros recortes. Menos dudas hay para 2024, si no hay ninguna sorpresa negativa con la inflación, el euríbor debería bajar con claridad.
La última palabra de qué va a hacer el euríbor la tiene el BCE. Y el banco central cada vez está más cerca de parar las subidas de los tipos de interés. El nivel de las tasas oficiales de refinanciación y el índice al que están vinculados miles de hipotecas están muy ligados por la propia naturaleza del euríbor. No deja de ser un promedio de la tasa a la que se intercambian los bancos dinero y el control del precio los determina el banco central.
Por ello, mucho de los indicadores de los mercados financieros que sirven a los inversores para anticipar los cambios del BCE se pueden interpretar como señales, más o menos certeras, de lo que va a hacer euríbor a medio y largo plazo. El índice lleva casi medio año, estrujando a las familias con un rally que parece que no tiene fin. Pero los mercados financieros dicen otra cosa. El techo del euríbor cada vez está más cerca, aunque hoy siga rozando el 4% (3,936%).
Para empezar la hoja de ruta del BCE está cada vez más definida. Hay muy pocas dudas de que el próximo 15 de junio habrá una nueva subida de tipos de 25 puntos básicos hasta llevar la tasa oficial de refinanciación al 4%. Y también parece que el siguiente movimiento está muy definido para la reunión de julio con otro avance del 0,25%. Miles de inversores protegen sus posiciones con productos financieros, conocidos como Swap, contra las posibles subidas o bajadas de tipos, o el cambio de divisa. Estos movimientos los recoge el Overnight Index Swaps que viene a descontar los movimientos del BCE. Es el principal indicador y el propio BCE lo suele seguir al dedillo para no provocar severas desconexiones entre las expectativas del mercado y sus decisiones. Cuando chocan los dos escenarios, suele haber turbulencias indeseadas para los inversores y el propio banco central.
Como se puede observar en el gráfico de abajo. El mercado prevé una subida de 25 puntos básicos para junio. Y otra a lo largo de los próximos meses. "Una subida de tipos parece un hecho para la reunión del Banco Central Europeo de la próxima semana, pero con el crecimiento decepcionante, las perspectivas económicas cada vez más sombrías y la inflación cayendo, los argumentos para varios aumentos de tasas más se están debilitando", explica Carsten Brzeski, economista jefe de ING.
Hay una legión de analistas y economistas que siguen y rastrean las señales alrededor del BCE y se dedican a interpretar las intenciones de los banqueros centrales con las expectativas del mercado. Los expertos de Nomura apuntan a que la duda que hay es si el techo de los tipos va a estar en el 3,75% o simplemente va a ser una pausa. Lo que dice el mercado es que los tipos en ese nivel se van a mantener en ese nivel hasta marzo de 2024, cuando los tipos bajarían otra vez al 3,5%. Salvo sorpresa para finales de 2023 e inicio del próximo año, el euríbor ya debería a comenzar a dar respiro a los hipotecados.
El mercado también hace sus quinielas directamente sobre euríbor, no solo sobre los tipos oficiales del BCE, con futuros, que igual que los swaps sirven para cubrir sus posiciones, ante oscilaciones en los tipos de interés. Ahora mismo cotizan por debajo del 3,9%. Los hay de varios plazos, pero el más seguido es a tres meses y se puede seguir toda la curva del euríbor tomando la referencia de los vencimientos de los contratos de futuro. En el gráfico se observa con mayor facilidad, pero para final de año la gran apuesta de los inversores es que el euríbor debería situarse en el 3,79% y a partir de esa fecha marca una trayectoria descendente.
¿Son infalibles este escenario que señala el mercado? No, y podría darse un cambio de escenario, pero actualmente encaja con el descenso de la inflación y la previsión de desaceleración económica. Pero estas señales son muy útiles para detectar la tendencia y punto de inflexión. Los expertos también ven que comenzará a caer el euríbor a medio plazo. Para los economistas de Funcas el euríbor rozaría a un año, rozaría el 4% a finales de 2023, para descender posteriormente hasta situarse por debajo del 3,5% a finales de 2024. Los futuros del euríbor ven al índice por debajo del 3%, el próximo año. Para los analistas de Caixabank, el Euribor a 12 meses de diciembre de 2023 cerraría al 3,44%. Sus previsiones para el último mes de 2024 dicen que bajará al 2,56%.
Pese a que el euríbor sigue cerrando mes a mes al alza, la trayectoria que ya ha comenzado a dibujar apunta a que lo peor ya ha pasado. Eso se nota en los incrementos en la cuota mensual de las hipotecas. Para una hipoteca media de 140.000 euros a 25 años, con un diferencial del 1%, en los meses de febrero y marzo el pago se incrementó un 54%. La cuota pasó de 506 euros y 512 euros a 780 y 789 euros, respectivamente. Con el cierre mensual de mayo, la subida de la hipoteca ha sido "sólo" del 47%. La presión del euríbor sobre la hipoteca se observa mejor, con la evolución mensual. Los incrementos más bestias fueron en junio y septiembre del año pasado. Subió un 6% y un 11%, en junio y septiembre, respectivamente, y coincidió primero con la primera subida de tipos por parte del BCE en once años y luego con el mayor incremento de la historia del banco central, al subir de una tacada 75 puntos básicos.
La única pieza que no termina de encajar para un horizonte favorable para las hipotecas son las expectativas de inflación a largo plazo. La evolución de la inflación es clave para que el BCE deje de subir los tipos, y en el mejor de los casos los baje, y por ende que el euríbor descienda. El objetivo del banco central es mantener la inflación al 2%. Para que haya bajada de tipos, el BCE un banco necesita que su objetivo de precios converja con las expectativas que tenga el mercado. En este sentido, las expectativas de inflación a cinco años se mantienen todavía alrededor del 2,5%. El riesgo es que si no baja, a la vuelta de la esquina habrá un nuevo ciclo alcista de tipo y para el euríbor.