Vivienda - Inmobiliario

Materiales sostenibles, renovables, tecnología eficiente...Cómo rehabilitar el parque inmobiliario

  • Más de la mitad de las viviendas fueron construidas antes de los 80
  • El parque residencial está obsoleto en materia de eficiencia energética

La Unión Europea establece una guía con recomendaciones ambientales sostenibles de expertos y científicos para unificar los criterios en todas las actividades económicas y que los inversores y las empresas puedan diferenciar qué proyectos afectan al clima y el medio ambiente. Esto se conoce como la taxonomía verde. Dicha clasificación, centrada en el sector inmobiliario, ayuda a los propietarios a la hora de tomar decisiones sobre eficiencia energética y sostenibilidad en sus viviendas, en un país donde urge adecuar los hogares mediante la rehabilitación.

Y es que más de la mitad de las viviendas en España fueron construidas antes de los años 80. Además de envejecido, esto constata que el parque residencial de nuestro país está obsoleto en materia de eficiencia energética. Más del 80% de los edificios y viviendas en España reciben una calificación energética E, F o G, lo que es sinónimo de ineficiencia y consumen más energía de la que realmente necesitan.

De cara a la realización de reformas en las viviendas, el uso de criterios ambientales para evaluar y seleccionar los materiales, productos y tecnologías deberán tener como uno de los objetivos clave la reducción del impacto ambiental y la mejora de la eficiencia energética en el hogar. Para la rehabilitación del parque inmobiliario las recomendaciones europeas pasan por utilizar materiales de construcción sostenibles -como puede ser el caso de madera certificada, ladrillos de tierra cruda, acero primario o materiales reciclados o prefabricados- en lugar de los convencionales que generan mayor cantidad de residuos y emisiones de carbono.

Además, aconsejan la instalación de sistemas de energía renovable para reducir la dependencia de la energía de origen fósil. Incorporar sistemas de bajo consumo de agua y de energía para su calentamiento, mediante electrodomésticos que cumplan las especificaciones requeridas por la normativa, es otro de los consejos. Asimismo, también se recomienda añadir soluciones para los grifos, duchas -monomando- e inodoros, con el objetivo de controlar que su caudal cumpla con las etiquetas existentes en el mercado de la Unión Europea. Introducir tecnologías eficientes en la gestión de los residuos con el objetivo de que se pueda minimizar el impacto ambiental de la vivienda también está dentro de esta clasificación de taxonomía verde europea.

Añadir aislamiento en exteriores e interiores -en paredes, techos y desvanes, así como en sótanos y plantas bajas- para que permitan garantizar la estanqueidad del aire y reduzca la perdida térmica, reemplazar puertas y ventanas por otras energéticamente eficientes y sustituir de fuentes de luz por instalaciones que supongan un ahorro energético están entre las recomendaciones para rehabilitar el parque de edificios de nuestro país. A todo ello se une la instalación, reemplazo, mantenimiento y reparación de sistemas de calefacción, ventilación y aire acondicionado y calentamiento de agua, con tecnologías altamente eficientes.

Seis de cada diez españoles tienen en cuenta la sostenibilidad y eficiencia para comprar una casa

"Conviene recordar que el grado más importante de mejora en los inmuebles se consigue actuando sobre los elementos comunes del edificio, fachada y cubierta y no es suficiente hacerlo exclusivamente en la vivienda de la que se sea propietario", afirma Catia Alvés, directora de Sostenibilidad y Rehabilitación en UCI. Además, la experta recuerda que "la mejora de la eficiencia energética será un requisito indispensable para poder alquilar o vender una vivienda a medio plazo como propone la Directiva de Eficiencia Energética de Edificios (EPBD, sus siglas en inglés)".

Y es que esta directiva establece el año 2030 como la fecha límite para que los propietarios y compradores de viviendas con calificaciones energéticas más bajas, es decir, G o F, puedan reformarlas y rehabilitarlas para conseguir, al menos, una calificación E. En enero de 2033, la exigencia para las viviendas llegará hasta la letra D o mejor. Este mandato de Bruselas se incluye en los Estándares Mínimos de Eficiencia Energética (MEPS, en sus siglas en inglés), hitos temporales intermedios que deben fijar los Estados miembros para alcanzar el objetivo de que el 100% de los edificios sean cero emisiones en 2050.

Pagar más

La preocupación y la voluntad por mejorar en el ámbito de la sostenibilidad en la vivienda es un hecho, pero queda camino por recorrer. Según el I Observatorio sobre Vivienda y Sostenibilidad, elaborado por UCI (Unión de Créditos Inmobiliario), seis de cada diez españoles tienen en cuenta la sostenibilidad y eficiencia a la hora de comprar una vivienda. Sin embargo, no es un factor determinante en la adquisición para el 58,28% frente a un 17,5% de los ciudadanos que si lo considera un requisito fundamental, mientras que un 24,2% directamente no lo tienen en cuenta.

El mismo estudio refleja que un 78,3% de los propietarios o futuros compradores de una casa estaría dispuesto a pagar más por una vivienda más sostenible, es decir, casi 8 de cada diez españoles. El coste adicional que llegarían a asumir se sitúa en un 7,25%, lo que supondría 12.682 euros en una vivienda media de 100 m2, tomando como referencia el valor tasado de la vivienda libre relativo al cuarto trimestre de 2022, que publica el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (Mitma).

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