Desde las canteras de Macael a los cinco continentes. En 1979, en la localidad almeriense de Cantoria, los hermanos Martínez-Cosentino, Francisco, José y Eduardo fundan Mármoles Cosentino, S.A., la empresa matriz de Cosentino, tomando el relevo de sus padres (Eduardo Martínez-Cosentino y Eduarda Justo), que desde los años 40 realizaban su labor explotando las canteras de la zona con la elaboración básica de piezas del conocido mármol de Macael. Aquella empresa familiar fue el germen de una multinacional que está presente en gran parte de los hogares españoles. Cosentino -esta semana se ha conocido que plantea una salida a bolsa en los próximos meses, cuya valoración máxima rondaría los 2.500 millones- produce y distribuye superficies para la arquitectura.
En 1990 crea Silestone, su reconocida marca de encimeras para cocinas, a las que siguieron Dekton o Sensa by Cosentino. Cocinas, baños, salones o exteriores... Son diversos los lugares donde se pueden encontrar sus productos, tanto en los hogares como los espacios públicos, que han llevado a la compañía a conseguir una facturación superior a los 1.400 millones de euros.
En algo más de cuatro décadas, Cosentino ha logrado que sus productos y marcas se distribuyan en 119 países. En la actualidad, la multinacional cuenta con implantación en 40 países, y posee filiales o activos propios comerciales en 30 de ellos. Son ocho sus fábricas de producción -siete en Almería (España) y una en Brasil-, un centro logístico inteligente en España, y más de 140 instalaciones comerciales y de distribución repartidas por todo el mundo. De hecho, el 93% de la facturación del grupo se genera en los mercados internacionales.
Su andadura exterior arrancó en 1997 con la apertura de su primera filial: Cosentino North America. Dos años más tarde llegó la segunda, Cosentino Northwest Europe, mientras que en el 2000 comenzó su expansión por Latinoamérica con la primera filial en Brasil. Su influencia internacional es tal que en el 2004, la revista Time considera a Silestone como una de las innovaciones más importantes del nuevo siglo. Un año después se convirtió en la primera compañía española que se anunció en la Super Bowl. Su desembarco en los cinco continentes se completa en 2015, tras la apertura de la filial de Sudáfrica.
A lo largo de 2021, la facturación de la compañía alcanzó 1.402 millones, lo que supuso un crecimiento del 30% respecto al año anterior. El ebitda se incrementó un 28% frente a las cifras de 2020, hasta los 275 millones, mientras que el beneficio neto del grupo experimentó una subida del 59% para situarse en los 104 millones. Durante dicho año, Cosentino acometió inversiones por un total de 105 millones y creó 685 nuevos puestos de trabajo, el 70% de ellos en España ubicados en su mayoría en el Parque Industrial y sede central de Cantoria, para alcanzar una plantilla total a cierre de año de 5.425 empleados.
Dentro de sus estrategias sostenibles, la compañía potencia el uso eficiente de los recursos naturales, la utilización de energías renovables y la recuperación y reutilización de residuos. A finales del año pasado, Cosentino inauguró la mayor instalación industrial de autoconsumo fotovoltaico de España y una de las mayores de Europa, ubicada en los términos municipales de Fines, Partaloa y Cantoria, en la provincia de Almería. Una inversión de 14 millones y que ha supuesto la colocación de casi 37.000 placas solares en más de 32 hectáreas. Va a generar aproximadamente 34.000 megavatios al año, lo que supone cerca del 20% del consumo anual del parque industrial de Cosentino. Entre sus acciones, además, está el reciclado y la reutilización del agua, reduciendo la huella hídrica.