Poco se puede añadir al atractivo de España como destino turístico. Pese a la pandemia –que se resiste a abandonarnos– casi 23 millones de turistas internacionales han visitado nuestro país entre enero y mayo. Aún estamos lejos de los más de 29 millones de 2019, pero la tendencia es claramente positiva. La recuperación del turismo se refleja también en las cifras económicas: en los cuatro primeros meses del año, los ingresos turísticos en España rozaron los niveles prepandemia: casi 15.400 millones de euros.
Los datos confirman que España es, también, un destino preferente de la inversión residencial. Los extranjeros –tanto residentes como no residentes– cerraron cerca de 32.000 compraventas de vivienda en nuestro país durante el primer trimestre del año. Nada menos que un 71% más que en el mismo periodo de 2021. Mientras que las transacciones crecieron casi un 36% entre los residentes en España, el aumento fue de más del 141% entre los no residentes.
Las comunidades autónomas donde más crecieron las compraventas incluyen sospechosas habituales, como Canarias, pero no solo: Extremadura y Asturias completan el podio, si bien parten de un número de transacciones un orden de magnitud inferior que en las islas.
La pandemia supuso un frenazo: en 2020, las compras bajaron un 25% anual. Pero los datos del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (Mitma) muestran una recuperación vigorosa en 2021. El año pasado, los extranjeros realizaron 102.995 compraventas de viviendas en España, un 44% más que en 2020 pero también un 7% que en 2019.
Turismo de alquiler
El tirón del turismo se refleja también en el mercado del alquiler vacacional. Según el bróker hipotecario Housfy, alquilar una habitación doble en ciudades como Barcelona, Madrid o Sevilla puede reportar entre 1.800 y 2.700 euros al mes. En Urbanitae este año nos hemos estrenado en este segmento: en junio financiamos el proyecto General Cabrera, consistente en la adquisición y transformación de un espacio de oficinas en seis viviendas de uso turístico en el barrio madrileño de Tetuán.
Como para el conjunto del sector, la pandemia significó un retroceso: un estudio de Fotocasa revela que en 2020 casi dos de cada tres propietarios de alguna vivienda destinada alquiler vacacional en España se pasó al alquiler residencial. Aun así, los datos más recientes del INE (agosto de 2021) cifran en 321.000 los pisos turísticos en España -cerca del 1,3% del parque inmobiliario-. Andalucía, Cataluña y Comunidad Valenciana acumulan el 60% del total.
La inversión en el mercado BTR (la construcción destinada al alquiler) invita a pensar que el alquiler vacacional podría ir a más. La consultora Savills prevé que el residencial en alquiler supere en España las cifras registradas desde 2019, en torno a los 2.100 millones de euros anuales. Por el momento, en el primer semestre la inversión superó los 1.500 millones de euros.
Los hoteles despegan
El dinamismo del sector turístico se refleja, asimismo, en el buen momento que atraviesa la inversión en hoteles. Según la consultora CBRE, en los primeros tres meses de 2022 España registró 995 millones de euros transaccionados en el sector hoteles. La cifra representa más del triple que la alcanzada un año antes. Como explica Jorge Ruiz, director de Hoteles de la consultora, "el sector hotelero vuelve a despegar gracias al retorno del turismo y el consecuente aumento de la demanda". La inversión en hoteles vacaciones, de hecho, representó el 57% del total de las operaciones. Baleares, Madrid, Canarias y Barcelona fueron las ubicaciones predominantes.
Pero es que las buenas noticias continúan. Entre enero y junio de 2022 el sector hotelero se anotó 1.650 millones de euros de inversión, la mejor cifra desde hace cinco años en un primer semestre. El hotelero fue el tercer sector que más inversión recibió (el 17% del total) en una primera mitad de año histórica para la inversión inmobiliaria en España: 9.870 millones de euros, de acuerdo con CBRE, un aumento anual del 80%.
Tanto si se elige a España como destino de viaje o de inversión, las cifras animan a afrontar las vacaciones con la satisfacción de los deberes hechos. El inmobiliario seguirá ahí como uno de los sectores más resistentes a la incertidumbre que nos esperará a la vuelta.