
Desde que Ximo Puig preside la Generalitat Valenciana con el apoyo de Compromís y Podemos, la elaboración de los presupuestos autonómicos ha sido año tras año el escenario de continuos tira y afloja entre sus socios a medida que se acercaba la fecha para cerrarlos.
Una tensión que ahora se ha adelantado al inicio del proceso para fijar las cuentas del próximo año después de que Compromís y Podemos haya dejado claro que quieren tener más peso en su diseño.
El nuevo vicepresidente segundo de Vivienda y representante de Podemos en la Generalitat, Héctor Illueca, pidió "un debate general entre todos los socios del Botànic" para fijar las líneas políticas de los mismos antes de entrar en los detalles técnicos entre la Conselleria de Hacienda, que dirige el socialista Vicent Soler, y cada departamento. Hasta ahora, las negociaciones bilaterales entre cada Conselleria y Hacienda era la fórmula en que se han pactado los presupuestos del Botànic.
"Hemos venido a formar un Gobierno de verdad" recalcó Illueca tras reunirse con Soler y dejar claro que si los presupuestos son uno de los grandes instrumentos de política de la Generalitat es necesaria una negociación de los socios para fijar sus líneas, además de poner como ejemplo el Gobierno de coalición de Pedro Sánchez. Aunque el vicepresidente segundo también aseguró que está convencido que se llegará a un acuerdo para los presupuestos, su postura marca distancias con las de su antecesor, Rubén Martínez Dalmau, menos beligerante en público.
Una postura que respalda Compromís, que hasta ahora era quien más sacaba los colores a sus socios socialistas y el año pasado incluso forzó a publicar una corrección de errores para modificar algunas partidas. Mónica Oltra volvió ayer a escenificar su malestar al anular a última hora la reunión que también debía mantener con el conseller de Hacienda sobre los presupuestos. Un plante en el que se deja caer que tuvo mucho que ver que coincidiese con el otro vicepresidente, pese a la diferencia de peso de los dos socios de Gobierno.
Plazos
Aunque Illueca planteó que la reunión entre las tres patas del Gobierno valenciano se celebre en los próximos días, lo cierto es que los plazos para que el Ejecutivo apruebe el proyecto de los presupuestos autonómicos el 31 de octubre para llevarlos a Les Corts ya son apurados.
Este viernes finaliza el plazo en que cada Conselleria debe presentar su propuesta a Hacienda, que tendrá que dibujar un mapa general antes de afinar los recursos para unos y otros. A ello se suma la peculiaridad de los últimos ejercicios por la emergencia de la Covid, que supuso disparar el gasto en ciertos departamentos. Con la llegada de los fondos de recuperación todo apunta a un cambio en las consellerias que más incrementarán sus partidas, uno de los indicadores en que se refleja quien gana ese pulso político anual.
Más allá de las declaraciones y los gestos, lo cierto es que el Gobierno del Botánic ha sido el único autonómico que ha aprobado sus presupuestos en los plazos marcados en los últimos seis años. Y aunque muchos están ya con la calculadora electoral, sobre todo por la crisis interna de Podemos, también está claro que una ruptura ahora mismo sería difícil de explicar a sus respectivos votantes.