Comunidad Valenciana

Los presupuestos valencianos se aprueban sin el apoyo de Ciudadanos

  • Compromís y Podemos impiden el acuerdo que buscaba Ximo Puig
  • Rechazan la rebaja fiscal para los tramos del IRPF de menos de 50.000 euros
Una de las reuniones entre Puig y Cantó.

Después de varios meses de negociaciones, Ciudadanos finalmente no ha dado su voto favorable a los presupuestos valencianos para 2021 y se ha abstenido. Pese a lograr algunas cesiones, ha chocado con Compromís y Podemos en su propuesta de una mínima rebaja de impuestos.

El Gobierno de coalición del Botànic ha sacado adelante los que serán sus sextos presupuestos consecutivos de la Generalitat Valenciana desde que Ximo Puig llegó a la presidencia. Sin embargo, finalmente lo hará sin el apoyo de Ciudadanos, un respaldo que aunque no cambiaba el resultado de la votación era muy deseado por el propio Puig, que no ha dudado en negociar directamente con el partido naranja durante meses un acercamiento.

Ciudadanos finalmente se ha abstenido en la votación de la Ley de Presupuestos de la Generalitat Valenciana y han votado en contra de la Ley de Acompañamiento. Una decisión adoptada tras el rechazo de los socios de Puig, Compromís y Podemos, a las medidas que planteaba para reducir ligeramente la parte autonómica del IRPF en los tramos de menos de 50.000 euros.

El Pleno de las Cortes ha aprobado la Ley de Presupuestos con los 52 votos de los grupos que dan sustento al Gobierno. En contra se han manifestado los 29 votos que suman PP y Vox, y los 18 diputados de Ciudadanos se han abstenido.

Ciudadanos también había criticado la decisión de incrementar el impuesto de Patrimonio y del IRPF a las rentas más altas, tal como acordaron socialistas, Compromís y Podemos en la Ley de Acompañamiento. Por su parte, los socios de los socialistas consideraban que la foto del acuerdo buscada por Puig suponía renunciar a la filosofía del Gobierno de izquierdas valenciano.

El grupo que lidera Toni Cantó ha logrado en este proceso que se incluyan propuestas como 76 millones en ayudas directas para sectores afectados por la crisis de la Covid, la contratación de 500 enfermeras y 250 médicos, la creación de 2.000 plazas en residencias de mayores (1.500 mediante colaboración público-privada), un bono de comercio, ocho millones para el turismo o la ampliación del 'Bono Viatge CV'.

Ximo Puig buscaba con este acuerdo transmitir una imagen de consenso político en los fondos autonómicos del próximo año que tienen como gran reto hacer frente a la pandemia.

Un intento que ahora se le puede volver en contra por los roces generados con sus socios de Gobierno, que se han hecho más evidentes en estos últimos meses, precisamente en la negociación presupuestaria y con la gestión de las medidas para hacer frente al aumento de los contagios.

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