La principal consecuencia del Coronavirus en la Comunitat Valenciana es de sobra conocida: el "aplazamiento" de las Fallas de Valencia, así como el de las fiestas de la Magdalena en Castellón (y, con ello, el de todas las celebraciones que ellas conllevan y las consecuencias económicas derivadas de las mismas). El Ayuntamiento de Valencia quiere hacerlas en verano: entre el 15 y el 19 de julio.
La primera estimación de impacto económico de esta medida la hizo el presidente de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig, que cifró las pérdidas en alrededor de 700 millones de euros por la suspensión de ambas fiestas y por las medidas adoptadas a nivel nacional que afectan al turismo, tales como la cancelación de vuelos o de los viajes del Imserso.
Está por ver si se recupera esta cantidad en julio -y si el coronavirus permite que se celebren en esa fecha-. Los sectores afectados son muchos. Además del evidente impacto en el hotelero o la hostelería, gremios como los músicos, indumentaristas, pirotécnicos, floristas, montadores de carpas o los propios artistas falleros, entre muchos otros, viven en buena medida de las Fallas. Para ellos el alcalde de Valencia, Joan Ribó, pidió ayudas y un aplazamiento del pago de impuestos.
La medida la anunció Puig la noche del martes 10 de marzo, a solo cinco días de la semana grande que comienza cada año con la 'Plantà' del día 15. Llegó 10 días después de la 'Crida' que marcó el inicio de la celebración -que, como es habitual, ha contado con una multitudinaria 'mascletà' diaria en la Plaza del Ayuntamiento de la capital del Turia-.
Previamente, además de las medidas que afectan al conjunto de España como la cancelación de vuelos o la recomendación de empresas particulares de cesar en su actividad o apostar por el teletrabajo, el impacto de la pandemia en la Comunitat Valenciana comenzó por el deporte.
Las autoridades sanitarias decidieron celebrar a puerta cerrada los partidos de Euroliga de balonceso Valencia Basket – Armani Milan el día 6 y el de Liga de Campeones Valencia CF – Atalanta BC del martes 10 para minimizar el desplazamiento de ciudadanos del norte de Italia a la ciudad, con el evidente impacto que ello tuvo para los clubes afectados.