Transportes

Italia clama contra Atlantia: el socio de ACS en Abertis perderá su concesión estrella

El derrumbe del puente de Génova -con un saldo 39 muertos hasta ayer- le puede salir muy caro a Atlantia, propietaria de la infraestructura, y actual dueña junto a ACS de la española Abertis. La opinión pública italiana, con el Gobierno a la cabeza, cargaron ayer duramente contra la compañía de autopistas, en manos de la familia Benetton, y culparon a Atlantia del desastre por no llevar a cabo los trabajos para la conservación del puente.

El Ejecutivo italiano anunció la retirada de la concesión de al menos esta autopista, en propiedad de la firma hasta el año 2038. Además, la compañía ya había llegado a un acuerdo con el Gobierno para extender cuatro años más la concesión de la vía -que une Génova con la frontera de Francia- a cambio de la construcción de una nueva circunvalación en la ciudad italiana. Este proyecto, con una inversión estimada de 4.300 millones de euros, el segundo de mayor volumen de la concesionaria -incluyendo los de Abertis-, también se queda ahora en el aire y corre serio peligro de perderlo.

Aparte de esta infraestructura, la compañía italiana tenía ya comprometidos otras dos grandes inversiones con el Ejecutivo italiano por valor de 6.200 millones de euros; por lo que la cifra de proyectos que se quedan en el aire para la primera compañía de autopistas en Italia tras el accidente suman 10.500 millones. El Gobierno también anunció una primera multa a Atlantia de unos 150 millones de euros.

El primer ministro de Italia, Giuseppe Conte, tras un Consejo de Ministros extraordinario celebrado en Génova, confirmó que pondrá fin a la concesión a Autostrade, la filial de Atlantia. "No podemos esperar a lo que diga la Justicia", afirmó Conte, quien recordó las obligaciones de Autostrade con el mantenimiento de la autopista A10 en todos sus tramos. Igualmente, el ministro de Transportes italiano, Danilo Toninelli, recalcó que quienes sean responsables de "esta tragedia injustificable deben ser castigados" y arremetió contra las empresas que gestionan las autopistas italianas, "a las que desembolsamos los peajes más caros de Europa mientras ellos pagan concesiones a precios vergonzosos", dijo. "Recaudan miles de millones, pagan en impuestos unos pocos millones y no realizan ni siquiera el mantenimiento que sería necesario en puentes y ejes viarios. Si no son capaces de gestionar nuestras autopistas, lo hará el Estado", confirmó el ministro.

De momento, la toma conjunta de Abertis por parte de Atlantia, ACS y Hotchief -la filial alemana de la compañía de Florentino Pérez- por 18.181 millones no debe correr peligro, aunque la operación aún tiene algunos flecos pendientes, como el traspaso de los títulos de la concesionaria española a una empresa conjunta en la que Atlantia controlará la mayoría del capital; o la toma de una participación del 24% por parte de Atlantia del capital de Hotchief, de la que ahora ACS controla el 74%.

Según el pacto firmado entre las dos empresas, Atlantia tendrá el 50% más una acción del vehículo (SPV) que tomará el control de Abertis, con lo que consolidará los resultados del grupo español en su balance y en sus resultados -también una deuda próxima a los 15.000 millones de euros-. Del 50% que le corresponde al grupo español, el 30% será de ACS y el 20% menos una acción de Hotchief.

Los títulos de ambos no escaparon ni a las dudas generadas por la bolsa ni tampoco a la incertidumbre abierta por la posible expropiación de la autopista y los litigios. ACS se dejó un 2,34%, mientras que su participada alemana cedía un 1,85%. Las acciones de Atlantia no cotizaron porque la Bolsa de Milán permaneció cerrada, pero el martes, día del accidente, sus títulos se dejaron un 5,39%.

Dudas en el mercado de bonos

Atlantia tiene en principio asegurada la financiación para comprar Abertis pese a la tragedia de Génova. En un comunicado del pasado 4 de julio, el grupo italiano confirmaba que había "completado la refinanciación de la operación Abertis", con un "préstamo de 1.750 millones de euros con una duración de cinco años con los bancos BPM, BNP Paribas, Cassa Depositi e Prestiti, Intesa Sanpaolo, Mediobanca y Unicredit. No obstante, los inversores han vendido bonos de la italiana en medio de la crisis. A la deuda a 10 años le exigen ahora los mayores intereses en doce meses.

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