La aerolínea Air Nostrum, que opera bajo la franquicia Iberia Regional, se suma a la lista de compañías aéreas que acuden al fondo estatal para aliviar su situación financiera tras el desplome de su actividad en el último año por la pandemia.
La compañía valenciana asegura que la prolongación de la crisis del coronavirus con las restricciones al tráfico de pasajeros y la expectativa de una recuperación más lenta de lo inicialmente previsto, le ha obligado a concurrir al fondo gestionado por la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (Sepi) para garantizar su actividad. Una solicitud que se ha presentado esta misma mañana después de varios meses en estudio.
Air Nostrum ha calculado en 103 millones de euros la cantidad que requiere en forma de préstamos del fondo, que la compañía prevé devolver en 7 años, según ha anunciado la propia empresa que preside Carlos Bertomeu. El grupo aéreo justifica esta solicitud por las pérdidas registradas de 129 millones de euros en sus cuentas de 2020, pendientes de aprobación en la próxima junta general ordinaria de accionistas, debido a la caída de los ingresos por la paralización de los vuelos y las restricciones.
La compañía defiende que cumple con los requisitos necesarios dado que al cierre del ejercicio de 2019 la empresa disponía de una situación saneada de fondos propios y tesorería.
Desde el inicio de la crisis del coronavirus la compañía ha mantenido una política de preservación de caja y contención del gasto, además de haber llegado a acuerdos con los financiadores de flota y recurrir el año pasado a las líneas de crédito ICO. Además, la plantilla de Air Nostrum lleva en Erte más de un año.
La aerolínea operó 75.507 vuelos y transportó 5,2 millones de pasajeros en 2019. Además, la compañía con sede en Valencia tiene casi 1.400 trabajadores y según sus datos genera más de 2.000 empleos indirectos y trabaja con más de 900 proveedores.
Los precedentes
En los ocho meses que el Fondo de Solvencia lleva en marcha, el Consejo de Ministros ha aprobado cuatro rescates, los de las agencias de viajes Avoris y el grupo industrial Duro Felguera, además de las también aerolíneas Air Europa y Plus Ultra.
El caso de Plus Ultra ha desatado una gran polémica ya que la industria aérea cuestiona "el carácter estratégico" de una aerolínea que lleva años en pérdidas, que en 2019 transportó 156.000 pasajeros y que opera con cuatro aviones A340, cuatrimotores que consumen y contaminan más que los bimotores.