
El Partido Popular ha endurecido su discurso contra el Gobierno y Aena en lo que ya catalogan una "crisis en el sector aeroportuario" tras la decisión de Ryanair de recortar otro millón de plazas en varios aeropuertos españoles. Los populares acusan al Ejecutivo de Pedro Sánchez de provocar una "sangría de pasajeros y rutas" en estos aeródromos al autorizar una subida del 6,5% en las tasas a partir de 2026. "Resulta incomprensible que, con beneficios históricos de 1.934 millones de euros en 2024, Aena anuncie la mayor subida de tarifas en más de una década", señaló la vicesecretaría de Infraestructuras del partido en un comunicado.
La ofensiva del PP se alinea con el pulso que mantiene Ryanair contra el Ejecutivo y el gestor aeroportuario. La aerolínea irlandesa ha anunciado la retirada de un millón de plazas en España este invierno, con el cierre de operaciones en Vigo y Tenerife Norte, la retirada de sus dos aviones en Santiago de Compostela y recortes en Santander, Zaragoza, Asturias o Vitoria. Un repliegue que se suma a las 800.000 plazas eliminadas meses atrás y que, según el PP, pone de relieve el fracaso de los incentivos diseñados por el ministro de Transportes, Óscar Puente.
Acusan al Gobierno de "romper el marco de confianza"
Los populares recuerdan que durante la etapa de Mariano Rajoy se blindó por ley la congelación de las tasas hasta 2025, lo que otorgó "una década de estabilidad y competitividad". Según su versión, el PSOE ha roto "a la primera oportunidad" ese marco, con un incremento que califican de "desproporcionado" y que, en su opinión, amenaza la continuidad de numerosos aeropuertos regionales.
"El sistema actual de incentivos no funciona y el Gobierno carece de una estrategia real para frenar la sangría de pasajeros y rutas", recalcan. El PP denuncia que las cancelaciones anunciadas en los últimos meses prueban esa falta de rumbo. Además, critican que las promesas de Puente sobre nuevas rutas y empleo "se han quedado en palabras vacías" mientras las regiones pierden conectividad.
Los populares registraron el pasado 31 de julio una batería de preguntas al Ejecutivo para obtener explicaciones, sin haber recibido aún respuesta. Ahora plantean una alternativa: paralizar la subida de tasas prevista, abrir un gran acuerdo con todas las aerolíneas en el marco del DORA III (2027-2031) y diseñar un plan de bonificaciones "ajustado a la realidad de las compañías".
"El objetivo debe ser garantizar la movilidad de todos los ciudadanos y el desarrollo de los aeropuertos regionales situados en las zonas más despobladas de España", sentencian.
Aliado inesperado para Ryanair
El discurso del PP coincide con las críticas de Ryanair, que asegura haber "intentado todo" para reforzar su presencia en España. Su consejero delegado, Eddie Wilson, planteó inversiones de 2.300 millones de euros en nuevas bases y 33 aviones adicionales, con 1.000 empleos asociados, siempre y cuando el Gobierno aceptase congelar las tasas.
La compañía divide sus recortes en 600.000 plazas menos en aeropuertos regionales y otras 400.000 en las islas Canarias. En Santiago de Compostela retira los dos aviones que tenía basados, mientras que en Vigo y Tenerife Norte suspende toda su operativa. A partir del invierno reducirá también capacidad en Zaragoza (-45%), Santander (-38%), Asturias (-16%) y Vitoria (-2%). En paralelo, refuerza aeropuertos turísticos como Málaga o Alicante, sin detallar cifras.
Wilson acusa al Gobierno de tener una política "contraria al turismo" y advierte que las inversiones se trasladarán a otros mercados europeos y a Marruecos, donde —según la aerolínea— sí se apuesta por tasas competitivas y aeropuertos eficientes.
El Gobierno defiende a Aena
La ofensiva de Ryanair y el apoyo del PP contrastan con la posición del Ejecutivo, que ha cerrado filas en torno a Aena. El ministro de Industria y Turismo, Jordi Hereu, declaró que España no se someterá "a decisiones arbitrarias de una compañía" y defendió la necesidad de unas tasas "racionales" para mantener la calidad de la red.
El presidente de Aena, Maurici Lucena, fue más allá al acusar a Ryanair de utilizar una "estrategia de extorsión" para presionar a gobiernos y gestores. El directivo sostiene que las tarifas en los aeropuertos regionales se sitúan en torno a 2 euros por pasajero adicional, muy por debajo de la media nacional de 10,35 euros, y que las decisiones de la aerolínea responden a la búsqueda de mayores márgenes en otros destinos.
Además, recordó que las inversiones de Aena se financian con recursos propios y no con aportaciones de las aerolíneas, y que la metodología de tarifas está fijada por ley, lo que impide modificarlas a conveniencia.