Madrid
Logista ha renunciado a adquirir la participación del 50% que ostentaba su socia y competidora Boyacá, dedicada al transporte de última milla, en la distribuidora de prensa Distrisur. Esta compra recibió el visto bueno de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) en junio de 2023, pero no llegó a formalizarse por las dificultades del negocio editorial en España, lo que ha llevado a la empresa a desvelar que ha dado marcha atrás a la transacción original al considerar que la adquisición ya no tenía sentido económico.
Esta decisión se ha revelado después de que el organismo que preside Cani Fernández cerrase el expediente de vigilancia que mantenía abierto para vigilar que se cumplían los compromisos de la compraventa, al esgrimir que la operación nunca se ejecutó. De esta forma, se mantiene el control conjunto de Distrisur entre Logista Publicaciones, subsidiaria de Logista, y Distrimedios, filial del grupo Boyacá, con un reparto accionarial del 50% cada una.
La operación frustrada para la compañía que dirige Íñigo Meirás tenía su origen en un acuerdo marco firmado entre Logista y Boyacá en julio de 2021, y un posterior acuerdo de accionistas suscrito en febrero de 2022 adelantado por este periódico. El objetivo era que Logista Regional, filial de Logista Publicaciones, pasara a controlar en solitario Distrisur.
En marzo de este año y a requerimiento del regulador, Logista comunicó que no ejecutaría la compra alegando que la situación del mercado de publicaciones periódicas había empeorado aún más desde la aprobación de la operación, lo que hacía inviable la adquisición. Boyacá también aportó documentación emitida por el secretario del consejo de administración de Distrisur, en la que se confirmaba que no se había producido ningún cambio accionarial.
Ya en el momento de la solicitud, Logista había advertido de la tendencia estructural de declive en este negocio, y ambas partes reconocieron que el entorno económico no justificaba seguir adelante con la operación, aspecto que también quedó corroborado en los informes de Competencia. El caso evidencia las dificultades que atraviesa el sector de la distribución de prensa y revistas, lastrado por la caída en los niveles de difusión, el retroceso del consumo en papel y el auge de los canales digitales.
Riesgos y compromisos
La ruptura de la operación supone dar marcha atrás a la batería de compromisos adquiridos por Logista en 2023, año en el que la CNMC no quiso aprobar la concentración en fase 1 y decidió hacerlo tras una investigación en profundidad que se extendió durante más de seis meses. Se trata de un recurso poco habitual, pues ese mismo año, en el que se notificaron 70 operaciones de concentración económica, solo la compra de la Terminal Ferry de Barcelona (TFB) por parte del grupo italiano Grimaldi fue sometida al mismo nivel de escrutinio.
El racional detrás de los requisitos a imponer a Logista se apoyaba en distintos factores. Uno de ellos es que la operación fortalecía y expandía geográficamente el vínculo accionarial entre la cotizada y Boyacá, lo que podría alterar los incentivos para competir entre ello y alterar la competencia en estos mercados. El motivo: solo existía otro operador con un grado de implantación similar. La extensión de la huella de Logista se daba con especial fuerza en las regiones de Sevilla, Cádiz, Huelva y Málaga.
Por todo ello, Logista, a través de Logista Publicaciones, se comprometió a que Boyacá renunciara a nombrar representantes en el consejo de administración de Logista Regional durante un periodo de tres años prorrogable a otro adicional. Durante ese tiempo tampoco se podía recibir información sensible de la compañía comprada "desde el punto de vista del derecho de la competencia", advirtió el regulador.