Transportes y Turismo

Renfe reclamará económicamente a Talgo por las incidencias en los nuevos trenes

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Nuevo frente entre Renfe y Talgo en medio de las tensiones generadas por la oferta pública de adquisición (opa) lanzada desde el consorcio húngaro Magyar Vagon. La operadora ha puesto en el punto de mira al fabricante de material rodante después de que ayer un tren AVLO que se dirigía a la estación València Joaquín Sorolla sufriera una avería en el sistema de alimentación eléctrica a la entrada de la estación de Chamartín con 494 pasajeros a bordo. Renfe lamenta lo sucedido en un comunicado y pide disculpas a todos sus viajeros por la situación vivida, pero señala a continuación que "esta nueva avería se une al incremento de graves incidencias técnicas en los trenes S106", por lo que Renfe considera emprender acciones por responsabilidad contractual y extracontractual.

La compañía pública que preside Raül Blanco está cuantificando el daño reputacional y en indemnizaciones (390.000 euros solo por la jornada en cuestión) a viajeros que está sufriendo la compañía por la situación derivada de "las incidencias reiteradas" de la Serie 106. Esta circunstancia, según añade Renfe en un comunicado conjunto con el Ministerio de Transportes, podría ser objeto de una demanda adicional de daños y perjuicios a la ya mencionada.

"Renfe ha solicitado en repetidas ocasiones, tanto a la dirección como a los accionistas de Talgo, una solución inmediata a estas incidencias que se reproducen desde el primer día de circulación de los trenes, el pasado 21 de mayo", añadió la operadora en su escrito. Por su parte, Óscar Puente, ministro de Transportes, dijo que "el de ayer es el incidente que colma el vaso. Trenes estrenados el 21 de mayo están dando infinidad de problemas que sufren los usuarios y deterioran la imagen del servicio".

No es el primer enfrentamiento entre la compañía y el fabricante con motivo del material rodante. Renfe ya ha solicitado una indemnización millonaria de más de 160 millones de euros a la compañía controlada por Trilantic y la familia Oriol a través de su vehículo financiero Pegaso Transportation por los retrasos en la entrega de estos últimos modelos del Avril, la nueva serie 106.

En paralelo, los equipos técnicos de Renfe están analizando y elaborando un informe de fiabilidad sobre la operación global de la Serie 106 de Talgo. El objetivo de este plan de acción es tomar las medidas de ajuste operativo oportunas ante las incidencias sucedidas desde su puesta en marcha. Los datos son contundentes: la puntualidad de los trenes S106 es del 40,72%, mientras que la puntualidad de los trenes de Alta Velocidad y Larga Distancia es del 76,2%. Actualmente, Renfe opera con 11 trenes de los 22 entregados por Talgo.

La vía judicial tampoco está descartada. Las medidas anunciadas conllevarán el inicio de todas las acciones en los tribunales necesarias para el resarcimiento de daños y perjuicios a Renfe por el retraso en la entrega de los Serie 106, reservándose el derecho de iniciar tantas actuaciones como sean necesarias contra el grupo Talgo "para defender sus derechos, su reputación y los derechos de sus usuarios".

Caos ferroviario

El comunicado de Renfe llega después de que el 5 de agosto se produjera una incidencia en un tren durante la tarde, que interrumpió durante dos horas y veinte minutos del servicio ferroviario de alta velocidad entre Madrid y Levante. El imprevisto sembró el caos en la estación de Chamartín, donde se aglomeraron cientos de personas y otras tantas en el exterior. Fuentes conocedoras cuantifican el impacto de este suceso.

Quedaron afectados 11.768 viajeros afectados solo de Renfe, que tuvo que hacer frente a indemnizaciones por valor de 390.000 euros. En total fueron más de 40 servicios afectados si se suman los trenes del operador hispano-italiano Iryo, con 19 trenes con retrasos a destinos superiores a 90 minutos, nueve trenes con entre 60 y 89 minutos y 10 trenes con menos de 59 minutos.

Fuentes de Adif, el administrador público de la infraestructura ferroviaria, explicaron a EFE que el tren, que realizaba el recorrido Valencia-Madrid, quedó detenido en torno a las 15:50 en el túnel de alta velocidad entre Atocha y Chamartín por causas ajenas a la infraestructura, lo que ocasionó que los trenes no pudiesen entrar y salir a la estación procedentes o con destino Levante.

Otras voces conocedoras cuantifican el impacto de este suceso en un total de 11.768 viajeros afectados en más de 40 servicios si se suman los trenes del operador hispano-italiano Iryo. En concreto, ha habido 21 trenes con retrasos a destinos superiores a 90 minutos, 9 trenes con entre 60 y 89 minutos de demora y otros 12 con menos de 59 minutos.

Conflicto en plena opa

El último conflicto ha llegado en un contexto en el que ya existía tensión entre el fabricante y el propietario de Renfe, es decir, el Gobierno. El Ejecutivo ha señalado públicamente en los últimos meses sus discrepancias sobre la oferta que el consorcio húngaro Magyar Vagon ha lanzado para comprar la mayoría del capital de la compañía española. Ministros como el propio Puente o Jordi Hereu, de Industria, han sido críticos con la oferta recibida por Talgo y han catalogado la empresa como estratégica, con el objetivo de poder tener la última palabra sobre el futuro propietario de la empresa.

En paralelo, el proceso ha ido recibiendo interés de otros postores como Stadler o Skoda. El fabricante checo ha sido el único que ha reconocido públicamente su interés, si bien su propuesta es para una integración parcial. La fórmula no convence a los dueños de Talgo, que consideran que la única vía es una contraopa por el 100% del capital.

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