
El interés de un grupo internacional por Talgo ha sacudido el mercado. El grupo ferroviario español conocido por sus trenes de alta velocidad en el país ha confirmado conversaciones con un grupo húngaro -sin desvelar su identidad- que supondría la salida definitiva del fondo de Trilantic, principal accionista de la compañía. La operación salida del fondo internacional lleva tiempo en el mercado, generando tambores de OPA sobre Talgo y quinielas sobre potenciales compradores de la compañía.
La noticia ha disparado la cotización de Talgo, que a primera hora de la mañana ha sido suspendida. El motivo: el grupo dirigido por Gonzalo Urquijo ha confirmado ante la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) haber recibido "una manifestación preliminar de potencial interés sobre la totalidad de las acciones", como ha adelantado La Información. Horas después, el regulador ha decidido levantar la suspensión.
La entrada de un nuevo inversor desbloquearía la salida de Trilantic, el fondo de inversión creado por distintos ex Lehman Brothers que ha protagonizado recientemente otras operaciones de sus participadas en España, como la venta de Pachá a Five Holdings, un conglomerado empresarial con sede en Dubái, por más de 300 millones de euros.
Trilantic lleva tiempo analizando una posible salida de la compañía ferroviaria, en la que entró hace años y ya realizó una desinversión parcial en 2012, aunque mantuvo buena parte de los títulos tras la oferta pública de venta para el salto a la bolsa. El paquete de acciones de este inversor se articula a través de Pegaso Transportation International, una sociedad domicililiada en Luxemburgo y en la que se suman participaciones de otros inversores (Torreal y distintos miembros de la familia fundadora Oriol).
Este último aspecto sería determinante para el futuro de Talgo, pues distintas casas de analistas han apuntado a que la venta de los títulos de Trilantic arrastraría al resto de accionistas de este vehículo a vender y, por tanto, a protagonizar una nueva OPA en la bolsa española, habida cuenta de la participación conjunta a la venta.
El resto de la participación de Talgo entre accionistas significativos se reparte entre Torrblas, empresa de inversión familiar especializada en los sectores de infraestructuras, energía, agro y bienes de consumo, entre otros, y otros miembros de la familia fundadora que no participan de Pegaso Transportation International ni tampoco de la gestión de Talgo.
Tambores de OPA
El interés de un grupo húngaro, por otro lado, pondría tierra de por medio -al menos en el corto plazo- a otras operaciones corporativas que han sonado en los mentideros. La más comentada ha sido una fusión entre Talgo y CAF, su principal competidor en España y, a su vez, una compañía con suficiente capacidad para acometer una operación de este tipo.
El fabricante vasco es líder en material rodante de trenes de Cercanías, pero no en alta velocidad en el país, a diferencia de Talgo, por lo que la unión de fuerzas sería complementaria. No hay duda de que esta operación tendría implicaciones políticas, habida cuenta del arraigo de CAF al País Vasco y la importancia de Talgo en el ecosistema ferroviario español como el mayor proveedor de la flota de alta velocidad de la pública Renfe.
La rumorología ha llevado desde hace meses a la propia compañía a pronunciarse sobre su estrategia a futuro. Hace justo un año, Gonzalo Urquijo, CEO de la compañía, respondió ante la insistencia de los analistas que "estamos abiertos a acuerdos de fusiones y adquisiciones", tanto "si vienen a nuestra mesa" o si hay que salir a buscarlos. Parece que esa mesa ya está ocupada.