Transportes y Turismo

Los viajeros se desplazan al norte en busca de mejores temperaturas

  • El clima cada vez más extremo está cambiando las preferencias de los viajeros
  • El calor provoca una caída de la demanda turística del 12,5% en julio y agosto
  • El gasto de los turistas se reduce en entre las 12 del mediodía y las 5 de la tarde
Una playa abarrotada de turistas
 

Especial Turismo

 

¿A dónde vas cuando la playa o la piscina ya no te refrescan durante los meses de más calor? Las altas temperaturas no dejan de registrar récord tras récord, siendo cada vez más normal las olas de calor, lo que hace que las ciudades de la costa estén abarrotadas. Además, el calor hasta octubre hacen que el turismo siga activo y la gente quiera seguir viajando.

No obstante, se está dando un cambio de paradigma y cada vez más viajeros cambian de ruta y se marchan al norte para huir del calor, esperando encontrar temperaturas más bajas y noches más frescas para poder conciliar el sueño. Esto demuestra el efecto que tiene el cambio climático en todos los aspectos de la vida y como está condicionando las decisiones a la hora de elegir un destino de viaje.

Según el estudio Regional impact of climate change on European tourism demand del Joint Research Centre (JRC) de la Comisión Europea, publicado en 2023, "se aprecia un claro patrón norte-sur, con aumentos de la demanda turística en áreas centrales y del norte y reducciones de la demanda en zonas del sur". Es decir, durante los meses de verano y principios de otoño, las regiones costeras del norte de Europa registrarán un repunte de turistas. Con este cambio en la demanda de viajeros, se espera que habrá "una disminución del 9,12% en las Islas Jónicas griegas y un aumento del 15,93% en Gales Occidental (Reino Unido) bajo el escenario de mayor emisión", apunta.

El calor en España

Ahora bien, si se pone el foco en España. El país tiene varias regiones entre las consideradas más vulnerables a escenarios climáticos adversos y esto derivaría en una caída del turismo. Sobre todo en zonas como la Región de Murcia. En general, las proyecciones para España no son optimistas de cara a los próximos años, la subida de las temperaturas de unos 3ºC o 4ºC podría derivar en una caída de la demanda turística de entorno al 2,4%, siendo en los meses de julio y agosto del 12,5%. Si bien es cierto que las temperaturas todavía no se han elevado tanto, ya se aprecia un desplazamiento del turismo a regiones con temperaturas más "suaves".

Ante esto, comunidades más frías como Cantabria, Navarra o La Rioja registraron el año pasado un alza de los turistas. En concreto, un 26% más que en 2019. Sin embargo, el sentimiento de euforia y emoción que dejó la pandemia todavía está latente y está haciendo que no se note tanto este cambio en la tendencia del turismo.

Menor gasto

El estudio El impacto del cambio climático en el turismo en España: análisis y perspectivas, elaborado por CaixaBank Research, demuestra que entre 2019 y 2023, los turistas gastaron más en las zonas menos cálidas de España.

"El gasto turístico creció cerca del 45% en los municipios que registraron temperaturas medias más bajas (por debajo de 17 grados). En cambio, el gasto turístico creció en torno al 25%-35% en los municipios con temperaturas medias más elevadas (por encima de 23 grados)", destaca el estudio. Asimismo, las horas del día también influyen en el gasto. Por eso, entre las 12 del mediodía y las 5 de la tarde, el gasto turístico cae.

El sector tiene que adaptarse y renovarse, sobre todo el costero, que depende más de las actividades al aire libre, pues los centros urbanos, por el contrario, ofrecen opciones interiores como museos o tiendas, que permiten resguardarse del calor en las peores horas del día. Una forma de luchar contra este auge de las temperaturas es que en las ciudades costeras se promuevan actividades acuáticas, se mejoren las zonas de sombra y se impulsen las actividades de ocio nocturno. En las áreas rurales, se podría, según el estudio de CaixaBank Research, fomentar a primera hora de la mañana actividades vinculadas con la naturaleza o diversificar su oferta e incluir opciones de interior.

Por último, las zonas urbanas, aunque sean las más adaptadas ahora mismo, gracias a su amplia oferta en interior, no deben quedarse ahí. De hecho, desde CaixaBank Research, señalan que sería interesante una mayor oferta de actividades culturales nocturnas. El sector turístico tiene muchos frentes abiertos para los próximos años. Como, por ejemplo, adaptarse al proceso de transición energética y adopción de nuevas tecnologías o el uso eficaz de los fondos Next Generation UE para mejorar las infraestructuras de transportes y la regeneración de áreas turísticas más congestionadas, entre otras. A todo esto, se le suma el reto de hacer frente al cambio climático y su efecto en las tendencias turísticas.

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