Transportes y Turismo

Las cinco playas imprescindibles que ver en Barcelona

Calella de Palafrugell /Foto: Dreamstime

La provincia de Barcelona está llena de encanto y en sus tierras logra reunir a un gran número de turistas que vienen por su riqueza cultural y su gastronomía. En estos días, golpeados por el calor sofocante, son muchos los que deciden poner rumbo a la zona de la costa de la ciudad condal, lo que hace que sus principales playas estén abarrotadas y poner tu toalla en la arena puede ser un auténtico deporte de riesgo. La Barceloneta, Nueva Icaria o Bogatell son algunos de estos lugares en los que la masificación ha hecho que no siempre se puedan disfrutar de arenas y aguas limpias, pero aquí tienes un listado para poder eludir lo máximo posible a la masificación.

Estas playas se caracterizan por estar algo más a las afueras del núcleo urbano. Si bien no están vacías si se puede advertir una mejor calidad en sus playas.

Playa de Castelldefels

Este es uno de los rincones en los que se junta el disfrute de un día de playa con otras muchas actividades que hacer fuera de las finas arenas de la playa de Castelldefels. Se encuentra a 25 kilómetros al sur de Barcelona y sus aguas mediterráneas ofrecen un plan perfecto para pasar el día con familia o amigos. En ella podrás pasear tranquilamente sin miedo a las aglomeraciones y jugar a diversas actividades, como voleibol o kitesurf, perfectas para aquellos que no quieren parar de hacer cosas en sus vacaciones.

Si por el contrario eres de los que prefieren sentarse a desconectar por completo, esta playa dispone de alquiler de hamacas y sombrillas y un servicio de biblioplaya. Castelldefels ofrece también unas instalaciones sanitarias y un paseo marítimo en el que poder disfrutar de la gastronomía de mar. Además, en este lugar se encuentra el Espacio Dunar de Castelldefels, por lo que podrás vivir una experiencia inmersiva para observar el ecosistema dunar a través del vidrio que separa las dunas reales.

Calella de Palafrugell

Una de las mejores opciones si quieres disfrutar del encanto de una villa pesquera poco concurrida y no te importa conducir un poco. Se encuentra a una hora y media de Barcelona, pero una vez llegues no querrás marcharte. Las playas de esta zona, por su geografía y sus aguas cristalinas, dibujan el paisaje perfecto para disfrutar como si de una película se tratara.

Las formaciones rocosas, siempre que se haga con cuidado, hacen de este un lugar perfecto para resguardarse del sol o explorar mientras se da un agradable paseo. Las playas de esta zona cuentan con los servicios sanitarios básicos, pero lo que realmente hace interesante el lugar es toda la oferta que proporciona estar tan cerca de la villa de Palafrugell. Una vez fuera del agua se puede descubrir esta acogedora villa repleta de boutiques con mucho encanto y sus tradicionales restaurantes.

Playa Les casetes del Garraf

Esta playa se encuentra en el Parque Natural del Garraf, a unos 30 kilómetros al suroeste de Barcelona. Existen varias opciones para llegar a este lugar tan especial de finas arenas y aguas cristalinas. Una de ellas es hacerlo directamente con coche propio o de alquiler y aparcar en el aparcamiento que hay al lado. La otra posibilidad sería hacerlo en tren hasta llegar a la estación de Garraf.

Uno de los puntos más curiosos de esta parte de la Costa Brava son las casetas de pescadores que se encuentran a lo largo y ancho de la playa, donde antiguamente guardaban sus materiales o se resguardaban del sol. Ahora estas cabañas se han declarado interés turístico y un alto en tu camino si decides ir al pueblo de Garraf. Además, es una de las playas de Barcelona que han logrado el distintivo de bandera azul por sus cuidadas aguas y playas.

Sant Pol de Mar

Poniendo la vista en el norte se encuentra esta preciosa playa de aguas cristalinas y arenas doradas. Aunque el ancho de la playa es pequeño, esto no le quita nada a todas las experiencias que este lugar esconde. Sin embargo, la popularidad de esta playa, sumada a su bandera azul, hace que el lugar esté un poco masificado durante la temporada de verano.

Dispone de servicios como alquiler de hamacas y sombrillas, baños públicos, duchas y una gran oferta en chiringuitos para aprovechar el día al máximo. Es muy habitual, una vez que el sol ha caído, que los bañistas aprovechen el momento para visitar el pueblo con sus características casas blancas.

Cala Fonda

Se encuentra a hora y media de Barcelona y forma parte de la provincia de Tarragona. Es precisamente su ubicación la que convierte al lugar en uno de los puntos más tranquilos para disfrutar de un baño en aguas turquesas y arenas doradas.

La cala está rodeada por el bosque de la Marquesa, ya que su propietaria en los años 70 se negó a vender los terrenos y decidió conservar aquel paisaje virgen. Cuenta con los servicios sanitarios básicos y, aunque no hay gran variedad de actividades, merece la pena por su espectacular puesta de sol.

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