
La hipotética entrada de CriteriaCaixa en el capital de Talgo se resolverá entrado el mes de mayo. La primera y hasta ahora única reunión celebrada el pasado viernes 19 entre el brazo inversor de La Caixa y el máximo accionista del fabricante de trenes, Trilantic Capital Partners, se saldó con un mero intercambio de información entre ambas partes.
Pero el encuentro entre el CEO de la gestora, Ángel Simón, y el socio fundador de Trilantic Europe y consejero de Talgo, Javier Bañón, también se saldó con el compromiso del primero en estudiar con detalle las cifras de la empresa ferroviaria y el acuerdo de ofrecer una respuesta al fondo británico en un plazo máximo de quince días.
Teniendo en cuenta que entre medias está la festividad del primero de mayo (y del día 2 en el caso de la Comunidad de Madrid), la respuesta de Criteria llegaría durante la semana del 6 al 10 de mayo. Una vez la gestora aclare si sigue adelante con su entrada en Talgo, tendría lugar su acercamiento hacia el consorcio húngaro Ganz-MaVag Europe (Magyar Vagon), que hasta ahora es la única oferta formal presentada ante la CNMV.
Los húngaros, después
Este movimiento, diseñado por el fondo vendedor, pretende unificar los intereses de las partes implicadas en la operación y salvar las discrepancias del Gobierno respecto a la entrada de la firma húngara en el fabricante ferroviario. En caso de que se lleve a cabo, Ganz-Mavag deberá rebajar sus expectativas y renunciar a adquirir el 100% del capital de Talgo, como pretende con la opa ya lanzada.
A cambio, Criteria asumiría una participación mayoritaria o similar a la de los húngaros, aunque parece lógico que el voto de calidad caería en favor de la compañía presidida por Isidro Fainé. Con este plan se mantendría la titularidad española de Talgo, una de las pretensiones del Ejecutivo de Pedro Sánchez, siguiendo la estela de la operación de Abertis, donde ACS compensó la llegada de Atlantia. Al mismo tiempo, la gestora de La Caixa podría contar con el socio industrial que ha reclamado, resolviendo la necesidad del fabricante de disponer de más espacio para incrementar ritmo de fabricación.
Aunque en Magyar Vagon nada saben de esta estrategia. Fuentes próximas a los inversores húngaros aseguran que no ha habido encuentro ni contacto alguno ni con el Gobierno ni con Criteria, pese a que nada más anunciar su opa, remitieron varias cartas a distintos estamentos del Gobierno para que conocieran sus intenciones. A ninguna de ellas han recibido respuesta, según comentan a este medio.
Sí están pendientes de que la Junta de Inversiones Extranjeras -dependiente del Ministerio de Economía- valore la documentación presentada, un trámite administrativo que sí dará lugar a algún tipo de retroalimentación por parte del Estado. El veto gubernamental a esta inversión extranjera, reconocido por el ministro de Transportes, Óscar Puente, deberá resolverse antes del verano si no se logra otra alternativa, algo que a cierre de este artículo todavía parece lejano.