
El ministro de Transportes, Óscar Puente recibirá a su homólogo de Hungría, János Lázár -encargado de la cartera de Construcción e Inversiones en el gobierno de Viktor Orbán- a menos de cinco días de que el conglomerado Magyar Vagon presente ante la CNMV el folleto de su oferta para hacerse con el 100% del capital de Talgo.
Será el primer encuentro de ambas partes después de que el propio Puente mostrase, fuera de micrófono, su rechazo a la venta del fabricante de trenes a este grupo inversor húngaro. El Gobierno sospecha que parte de los fondos con los que se pretenden sustentar la operación tienen su origen en Rusia, dada la buena relación de Orbán y su círculo con el ejecutivo de Vladimir Putin.
Magyar Vagon (Ganz-MaVag) tiene hasta el próximo 8 de abril para dar a conocer al mercado los detalles de su oferta, una operación en la que todavía están inmersos sus asesores legales y fiscales, Lazard y Garrigues, según fuentes conocedoras de la situación.
Los recelos del Ejecutivo de Pedro Sánchez vienen tanto por el posible control estatal de Talgo por parte de Hungría, dado que el 45% de Ganz-MaVag pertenecerá al fondo estatal Corvinus; como por las dudas del origen del resto del dinero, en manos mayoritariamente del fondo de capital privado Solva II, un instrumento fiscal creado por el legislador húngaro para ocultar a los propietarios de las grandes fortunas del país dirigido por Orbán.
Preguntados por esta reunión, desde el Ministerio de Transportes desvinculan completamente el encuentro de la operación sobre Talgo, pero el timing no parece casual. En la cumbre informal de ministros de Transporte de la Unión Europea que se celebra hasta hoy en Bruselas se están tratando los grandes retos del sector a nivel continental, como la necesidad de completar la red europea de transportes (TEN-T).
Además de sus intervenciones en tres reuniones, el gabinete de Puente solo ha comunicado sus encuentros con representantes de tres países: Hungría, con quien tiene abierto el frente de Talgo; República Checa, país en el que opera Renfe a través de su filial Leo Express, y donde pretende ampliar su operativa; y Francia, justo después de la polémica con Ouigo por su supuesto 'dumping' del mercado.
En febrero, el ministro de Asuntos Exteriores de Hungría, Peter Szijjártó, realizó una visita oficial a Madrid en la que defendió la compra de Talgo por este conglomerado público-privado de su país, un hecho que "fortalecerá las relaciones económicas" con España.