La escalada de tensión se ha intensificado en el Mar Rojo con un repunte de los ataques a barcos de mercancías que transitan por la zona a manos de los rebeldes hutíes de Yemen, apoyados por Irán, en el marco de la guerra en Gaza. Los hutíes, que han anunciado repetidamente que atacarán barcos cargueros que mantengan algún vínculo comercial con Israel hasta que cesen los ataques en Gaza, han reivindicado este viernes el tercer ataque contra un portacontenedores en los dos últimos días. El secuestro del portavehículos Galaxy Leader hace casi cuatro semanas marcó un punto de inicio.
Un buque operado por Hapag-Lloyd AG, el mayor operador de transporte de contenedores de Alemania, fue atacado en el Mar Rojo este viernes, lo que supone una aparente ampliación de los objetivos más allá de los buques con importantes vínculos comerciales con Israel.
Es el último ejemplo de buques que viajan a través de Oriente Medio y se enfrentan a un mayor riesgo de ataques contra la tripulación y la carga, amenazando con aplastar la recuperación del comercio mundial y aumentar los costes de transporte justo cuando la inflación se está enfriando en todo el mundo.
Los incidentes en el Mar Rojo podrían obligar a los buques a navegar alrededor del Cabo de Buena Esperanza, en África, lo que provocaría recargos para los propietarios de la carga. Maersk Tankers ha indicado que sus buques podrían evitar el Mar Rojo tras la reciente cadena de ataques, informaba Bloomberg antes del anuncio oficial de la compañía de cese de operaciones.
"Tras el incidente con el Maersk Gibraltar ayer y otro ataque hoy contra un carguero, hemos dado instrucciones a las embarcaciones en la zona en camino hacia el estrecho de Bab al Mandeb para que suspendan la navegación por el momento y aguarden instrucciones", ha detallado Maersk.
Además, el grupo alemán Hapag-Lloyd, el mayor operador de transporte de contenedores del país, también ha suspendido el tránsito de sus barcos por la zona tras sufrir un ataque en uno de sus buques en Yemen.
El conflicto de Gaza de fondo
El buque de la firma alemana, de nombre Al Jasrah, con capacidad para transportar 15.000 contenedores, navegaba cerca de la costa de Yemen y no ha registrado heridos, según ha informado Hapag-Lloyd en un comunicado. La compañía, con sede en Hamburgo, tiene oficinas en Israel y, según su último informe trimestral, dos de sus mayores accionistas son Qatar Holding Germany GmbH y el Fondo de Inversión Pública de Arabia Saudí. "Hapag-Lloyd tomará medidas adicionales para garantizar la seguridad de nuestras tripulaciones", añade el comunicado.
Este viernes también han circulado informaciones sobre otro incidente en el que se vio implicado un buque de la compañía ginebrina MSC, la mayor operadora de contenedores del mundo. Asimismo, la conocida como 'gigante de los mares', la danesa Maersk, comunicó el jueves que uno de sus buques, el Maersk Gibraltar, fue objeto de un ataque en el Mar Rojo, pero no se informó de heridos ni daños en el buque.
Un portavoz de las fuerzas armadas rebeldes hutíes dijo que el Maersk Gibraltar navegaba hacia Israel y que fue atacado después de que su tripulación rechazara sus mensajes de advertencia. También afirmó que habían conseguido prohibir a varios barcos navegar hacia puertos israelíes durante las últimas 48 horas. Tras el incidente, Maersk ha pedido "una acción política que garantice una rápida desescalada".
El Al Jasrah, con bandera de Liberia, hizo escala en Atenas a principios de mes y navegó por el Mar Rojo rumbo a Singapur, según muestran los datos de seguimiento de buques recopilados por Bloomberg. El viernes por la mañana, hora local, se aproximaba al Golfo de Adén. El ataque se produjo cerca de Mocha (Yemen), según Ambrey Intelligence, que presta servicios de gestión de riesgos para buques. Ambrey también ha dicho en una alerta que el MSC Palatium III y el MSC Alanya fueron atacados o advertidos de desviarse mientras navegaban por la zona.
Los rebeldes hutíes anunciaron el sábado que prohibirían a cualquier barco, independientemente de su nacionalidad, navegar hacia puertos israelíes. Sin embargo, la lista de buques vulnerables parece ampliarse mucho más allá de los que tienen vínculos israelíes muy evidentes. "La milicia hutí ha dejado claro que cualquier buque es un objetivo", señala Peter Sand, analista jefe de Xeneta, con sede en Oslo, que analiza los mercados de flete marítimo y aéreo.
Esta dinámica aumenta el riesgo de que el comercio mundial a través de dos de los canales más importantes del transporte marítimo se desvíe, encareciendo el transporte de mercancías y perturbando las cadenas de suministro con retrasos imprevisibles.
Doble golpe por Panamá
Mientras los buques son atacados en el Mar Rojo antes o después de transitar por el Canal de Suez, una sequía está asfixiando el tráfico a través del Canal de Panamá. Este doble golpe está obligando a los transportistas de mercancías a considerar rutas más largas y costosas alrededor de África y Sudamérica para evitar problemas con los dos mejores atajos entre Asia y EEUU y Europa.
EEUU está trabajando con sus aliados para crear un esfuerzo multinacional para proteger a los buques que transitan por el Mar Rojo, en un esfuerzo por frenar el aumento de los ataques de los combatientes hutíes que ha provocado malestar sobre el comercio que pasa a través de una de las vías navegables más vitales del mundo.
"Los hutíes representan una amenaza material a la libertad de navegación, a la navegación comercial, al comercio lícito, y lo están haciendo en una arteria vital", aseguró el asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Jake Sullivan, en una conferencia de prensa esta semana en Tel Aviv. "EEUU está trabajando con la comunidad internacional, con socios de la región y de todo el mundo para hacer frente a esta amenaza. Estamos construyendo una coalición".
El portavoz del Ministerio de Defensa alemán, Arne Collatz, ha confirmado que EEUU ha pedido a la marina del país que ayude a proporcionar seguridad en el Mar Rojo, una petición que está siendo estudiada por el gobierno de Berlín.