
Meliá Hotels International es optimista de cara a los próximos meses y pese al incierto escenario macroeconómico cree que 2023 será un buen año a nivel financiero. Tanto, que en la junta de accionistas celebrada este jueves ha fijado nuevos objetivos financieros y esperan alcanzar los 475 millones de ebitda (resultado bruto de explotación) a fin de año.
"A lo largo de estos últimos meses, el consenso de los analistas refleja una mejora en las perspectivas para 2023 aumentando sus estimaciones en el ebitda en más de 25 millones, y en más de 100 millones respecto a los ingresos, con proyecciones que mejoran mes tras mes, a medida que avanza el ejercicio. Este año me gustaría comprometerme a superar de nuevo el consenso de mercado, hasta los 475 millones de ebitda, cifra con la que nos sentimos cómodos, de mantenerse las proyecciones actuales sobre la evolución de la temporada", ha adelantado durante su discurso Gabriel Escarrer Jaume, presidente ejecutivo y consejero delegado de Meliá.
En este punto, Gabriel Escarrer ha recordado que hace año se comprometió a incrementar el ebitda anual de la compañía hasta los 400 millones de euros en 2022, "objetivo que superamos con creces", por lo que este año se ha comprometido de nuevo a alcanzar los 475 millones "cifra con la que nos sentimos cómodos, de mantenerse las proyecciones actuales sobre la evolución de la temporada".
El grupo de la familia Escarrer cerró 2022 con un ebitda de 430,8 millones, por lo que de cumplirse los objetivos del grupo supondría un incremento de más del 10%. Además, el grupo mantiene la meta de firmar 30 nuevos hoteles con un crecimiento de más de 8.000 habitaciones en 2023. El plan estratégico, además de alcanzar las 110.000 habitaciones, pasa por lograr que el 65% del porfolio sea de lujo.
El grupo de la familia Escarrer cerró 2022 con un ebitda de 430,8 millones, por lo que de cumplirse los objetivos del grupo supondría un incremento de más del 10%. Además, el grupo mantiene la meta de firmar 30 nuevos hoteles con un crecimiento de más de 8.000 habitaciones en 2023. El plan estratégico, además de alcanzar las 110.000 habitaciones, pasa por lograr que el 65% del porfolio sea de lujo.
Antes de la celebración de la junta de accionistas se ha conocido la renuncia de Gabriel Escarrer Juliá como presidente no ejecutivo de Meliá. Tal y como recoge le plan de sucesión, su hijo, Gabriel Escarrer Jaume, asume la presidencia ejecutiva del grupo, cargo que compatibilizará con el de consejero delegado.
Mediante este acuerdo, Meliá ha explicado que "ejecuta el Plan de Sucesión elaborado a instancias del fundador y hasta ahora presidente, y aprobado por unanimidad el 13 de diciembre del año 2016 por el Consejo de Administración, dando así continuidad a la voluntad de Gabriel Escarrer Juliá, quien a lo largo de estos últimos años había reiterado en numerosas ocasiones su decisión de dejar la transición ordenada y preparada".