
Pedro Sánchez revolucionó las vacaciones de más de uno cuando hace unas semanas anunció el adelanto electoral, una cita que se celebrará el próximo 23 de julio, en plena temporada estival. Las repercusiones no han tardado en hacerse notar y la mejor prueba de ello es que las solicitudes de voto por correo ya alcanzan las 100.000 diarias y apuntan a batir un récord.
A finales de este mes se producirá el único sorteo en el que la gente no quiere resultar ganador: el de las mesas electorales. Son muchos los que ya tienen las vacaciones reservadas y según las normas actuales este no es un motivo para librarse de acudir. Es por eso que los grandes grupos hoteleros ya están analizando medias que frenen una posible oleada de cancelaciones. La primera en verbalizarlo ha sido Meliá. La compañía de la familia Escarrer está analizando flexibilizar las condiciones de reserva para que la gente a la que le toque asistir a una mesa electoral pueda cancelar o posponer su viaje.
Así lo ha explicado este martes Gabriel Escarrer, vicepresidente ejecutivo y consejero delegado de Meliá Hotels International, en un encuentro ante los medios. El grupo hotelero está estudiando ofrecer a sus clientes o bien cancelar las vacaciones sin coste o bien cambiarlas de fecha. La solución a cada cliente dependerá de la tarifa contratada.
El primer ejecutivo de la cadena española ha avanzado que la celebración de elecciones en pleno verano "no ayudará para nada" al sector. Según el propio Escarrer por norma general las elecciones siempre tienen un efecto negativo en las reservas y que sean en pleno verano agrava la situación. "Las elecciones autonómicas ya no ayudaron. Siempre se nota un bajón importante antes de las elecciones, y haberlas convocado en verano no nos ayuda para nada", ha asegurado.
Para contrarrestar este efecto, Meliá va a llevar a cabo acciones en otros mercados emisores como el británico, el alemán o el francés con el objetivo de que logren paliar la bajada de reservas ese fin de semana.
No obstante, ha explicado que esta situación no es particular de nuestro país ya que este tipo de eventos, en cualquier lugar del mundo y no solo en España, provocan tres o cuatro días antes del fin de semana un bajón importante.
Reservas por encima de 2019
Meliá confirma la tendencia iniciada a principios de año y las reservas en libros están bastante por encima de las que registraban en el mismo periodo de 2019. Para verano, están un 30% por encima, mientras que el segmento urbano —que los meses estivales siempre es más débil— está ya un 20% por encima en el conjunto del año.
En Baleares, la ocupación ha aumentado cinco puntos porcentuales y la tarifa, un 18%; en Canarias, tres puntos y un 28%, respectivamente, y en las zonas de costa, 3 puntos y un 34%.
Estos datos invitan a Meliá a ser optimista de cara al conjunto del año y esperan superar los 1.800 millones de facturación. "Será un buen año a nivel de ingresos gracias a la mejora de nuestro modelo organizativo, el impulso de la digitalización, la gestión de precios y el mayor dinamismo de la demanda, que nos permitirá compensar la presión inflacionista", ha asegurado.
El grupo espera que no solo se recuperan los ingresos, esperan también cerrar el año con los niveles de rentabilidad previos al Covid-19. "Vamos a ser capaces de mejorar nuestros márgenes, bien porque mejoremos nuestros ingresos o bien por otros ajustes. Pero vamos mejorar nuestros márgenes a la par que mejoramos el nivel de satisfacción que damos al cliente", ha explicado Escarrer.